Sevilla FC

La esperada y necesaria irrupción de Óliver Torres

Óliver Torres, seguido de Munir, Fernando y Delaney, celebra su golazo al Levante.

Óliver Torres, seguido de Munir, Fernando y Delaney, celebra su golazo al Levante. / José Manuel Vidal / Efe

Y cuando el otoño ya asoma de veras, apareció Óliver Torres. Fue una aparición levemente anunciada en Vigo y, sobre todo, en Lille, donde ya formó en un centro del campo con Fernando y Delaney como medios de cierre por detrás. En Balaídos salió algo liberado partiendo en teoría desde el ala izquierda, donde tantas veces se ha visto asfixiado su fútbol. Pero ante el Levante eclosionó en todo su esplendor todo el fútbol que atesora el mediocampista ofensivo extremeño: abrió el marcador con un golazo que va a estar entre los candidatos a los mejores de esta Liga; participó en los de Rafa Mir y Munir, a los que habilitó en posiciones adelantadas; y fue el hombre que dinamizó todo el juego, con ritmo y verticalidad.

Le ha costado dos meses y medio comparecer de verdad a Óliver Torres. Lo que iba a ser una temporada de ilusión, con cambio de representantes para relanzarse en el Sevilla al fichar por You First Sports (Álvaro Torres), comenzó con el lastre de una lesión muscular de cierta gravedad que él mismo desveló. Se lastimó en el segundo amistoso de la pretemporada, contra Las Palmas en La Línea el 22 de julio. Y dos días después anunció en Twitter la lesión: "Infelizmente tengo que parar algunas semanas por una lesión en mi pierna izquierda, una piedra en el camino para el muro que estoy construyendo. Volveremos a sonreír, siempre".

Su primera aparición fue en Balaídos, donde el Sevilla reservó a algunas piezas de la medular sin Fernando, que actuó de central, y con Rakitic y Joan Jordán en el eje, al que se incorporó desde la zaga luego Gudelj. Pero ya en Lille formó en un centro del campo que ahora mismo parece el más idóneo: Fernando, Delaney y Óliver Torres con libertad por delante. De esa forma, el Sevilla abandonó ya hizo una gran primera mitad en Lille y se desató ante el Levante, abandonando el fútbol de manoseo y control inane para mostrar su potencialidad ofensiva con Óliver Torres dirigiendo el caudal siempre hacia delante, después de abrir el festival futbolístico con un golazo. "Es muy importante para mí porque lo he pasado mal con la lesión. Agradezco desde aquí a todo el cuerpo médico", dijo tras el partido.

El extremeño tiene capacidad para presionar, para recuperar la idea primigenia de Lopetegui de hostigar al rival en posiciones adelantadas. Subió con él la intensidad el Sevilla y también, ayudado por el buen momento de Suso, fue más profundo, más rítmico, más imprevisible. En su tercera temporada, Óliver Torres sabe que el fútbol no espera a nadie. Ahora debe darle continuidad a esta aparición tan esperada... y necesaria.

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