La ciudad y los días
Carlos Colón
Montero, Sánchez y el “vecino” Ábalos
La crónica
Tarde de goce máximo para el Sevilla Fútbol Club y para todos los que sienten a fondo la fe balompédica radicada en el sevillanísimo barrio de Nervión. Los suyos no sólo provocaron el orgullo absoluto viendo cómo todos sus futbolistas se dejaban hasta la última gota de sudor contra el coloso Fútbol Club Barcelona, también fueron capaces de anotar en el acta de Muñiz Ruiz un triunfo por cuatro goles a uno sobre el actual campeón de la Liga.
Nada, pues, de triunfo moral y de otras cuestiones a las que siempre se agarran los perdedores para justificar una de las mil derrotas que han protagonizado los propios sevillistas contra los azulgranas en la contemporaneidad, esta vez fue un estallido de júbilo absoluto con la goleada, sobre todo con los dos tantos anotados en la recta final del encuentro. Cuando José Ángel fue capaz de aprovechar el paradón con el pie de Vlachodimos a Bardghji para lanzar una contra y batir con un disparo cruzado a Szczesny se produjo la primera explosión en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
El cronómetro marcaba ya el minuto 90 y cuando parecía que Muñiz Ruiz estaba dispuesto a prolongar aquello aún más que el primer periodo ya era complicado que el Barcelona pudiera igualar los dos tantos de diferencia. Pero aún tenía que llegar una segunda explosión de felicidad. Ejuke, que estaba fresquito tras haber entrado minutos antes, recibió el balón por la banda izquierda y ningún rival fue capaz de seguirlo. El nigeriano le puso el balón por delante a su compatriota Akor Adams y éste remachó el 4-1 para que el coliseo nervionense se convirtiera en una auténtica locura colectiva. El grito se oyó más allá de la Macarena y todo el perímetro que se pueda situar en torno al estadio en el centro de Eduardo Dato, Luis de Morales, Luis Montoto y la calle Goya, por citar cuatro de las que lo rodean.
El sevillismo tenía motivos para disfrutar de ese momento de felicidad, aunque sea momentáneo y puntual dentro de un Campeonato Nacional de Liga que abarca 38 jornadas con sus alegrías y sus sinsabores. Pero los suyos, el Sevilla, habían sido muy superiores sobre el césped al hasta ahora líder de la máxima categoría del fútbol español y, lo más importante, habían sido capaces también de plasmarlo en el marcador.
Porque el cuadro de Matías Almeyda fue muy superior al entrenado por Hansi Flick desde el primer minuto hasta el último. Además, por si esto no fuera suficiente, también fue capaz de superar los momentos de máxima dificultad, entre ellos un penalti lanzado fuera por Lewandowski en el minuto 76 después de un derribo de Januzaj a Balde que parece arrancar fuera del área. Pero vaya eso por las dudas que puedan existir también sobre la pena máxima que le cobraron a Araujo por una especie de maña de judo sobre Isaac.
Esa acción llegó muy prontito, concretamente sobre el minuto 11, lo que añadido a los dos minutos de revisión por parte de Del Cerro Grande en la sala VOR, ubicarían en el minuto 13 el lanzamiento por parte de Alexis Sánchez para que el Sevilla comenzara a soñar con la gesta sobre el Barcelona. El cuadro nervionense había sido capaz de ponerse por delante y encima daba una lección táctica sobre cómo destruir la adelantada defensa de Flick para plantarse una y otra vez delante de Szczesny con opciones de aumentar la ventaja.
El carrusel de llegadas sevillista fue impresionante. José Ángel remataba en el segundo poste un pase atrás de Suazo (22’); a Isaac se iba por poco un disparo tras una buena jugada de José Ángel y Alexis Sánchez (25’); llegaría el primer error grave de Isaac absolutamente en solitario tras una buena arrancada de Sow (27’); un paradón de Szczesny a Mendy (28’), y otro gol clarísimo, con todo a favor, fallado por Isaac tras otro gran pase de Agoumé (35’).
Afortunadamente para los sevillistas, en el minuto 37 Isaac sí acertaba tras otra internada de Vargas y colocaba el 2-0. La ventaja se pudo incrementar antes del descanso si Alexis Sánchez aún conservara su antigua velocidad, pero, claro, entonces el chileno no estaría en este Sevilla. Lo que sí llegó fue un jarro de agua fría con el 2-1 por parte de Rashford cuando el tiempo estaba ya teóricamente cumplido, pues se habían jugado los minutos que el árbitro había indicado como suplemento.
Pero el Sevilla que tan bien adiestra Almeyda, al menos hasta este momento, no se descompuso y salió en la segunda mitad dispuesto a prolongar el estado de felicidad. Lo lograría al final a pesar de las dificultades que debió sortear, como el mencionado penalti lanzado fuera por Lewandowski y también varias buenas paradas de Vlachodimos a Pedri, Eric García, Bardghji y compañía. Los sevillistas no tenían las fuerzas del primer periodo para mantener intacto el plan, pero sí contaron con la gallardía de todos los que arrancaron el encuentro y también de los que entraron desde el banquillo, léase Gudelj, Akor Adams, Januzaj, Peque o Ejuke.
Porque ésos fueron los aportes desde la suplencia antes de que la traca final estallara como si fuera la más sonora de las Mascletás valencianas. El equipo, el llamado Sevilla Fútbol Club, había goleado a las estrellas. El Sevilla, con ese orgullo y esa rabia, no sólo no permitió el empate de los campeones de Liga, sino que fue capaz de provocar que todos los suyos bajaran los vomitorios del Ramón Sánchez-Pizjuán con sus pechos más henchidos que los pavos reales del Alcázar. Tenían motivos para eso en una tarde tan calurosa como maravillosa para ellos.
4 Sevilla Fútbol Club: Vlachodimos; José Ángel, Azpilicueta, Marcao, Suazo; Agoumé, Mendy (Peque, 72'); Rubén Vargas (Januzaj, 72'), Sow (Gudelj, 61'), Alexis Sánchez (Ejuke, 93'); e Isaac (Akor Adams, 61').
1 Fútbol Club Barcelona: Szczesny; Koundé, Araujo (Eric García, 46'), Cubarsí, Gerard Martín (Balde, 46'); Pedri, De Jong (Christensen, 88'), Dani Olmo; Rashford, Ferran Torres (Roony, 69') y Lewandowski.
Goles: 1-0 (13’) Alexis Sánchez transforma con la derecha un penalti de Araujo sobre Isaac aconsejado por la sala VOR. 2-0 (37’) Isaac remata con la derecha un pase de Vargas tras un robo de Suazo a Koundé. 2-1 (52’+) Rashford remata con la izquierda un pase de Pedri tras pérdida absurda de Agoumé. 3-1 (90') José Ángel culmina con un disparo cruzado con la derecha una contra tras un pase de Agoumé. 4-1 (96') Akor Adams culmina con un disparo con la derecha un contragolpe de Ejuke por la banda izquierda.
Árbitro: Muñiz Ruiz (gallego). Amonestó a los visitantes Gerard Martín (16'), Ferran Torres (21'), De Jong (37') y Rashford (84'), y a los locales Marcao (20'), Isaac (50'), Januzaj (74'), Agoumé (80'), Peque (93'), Akor Adams (97') y Gudelj (98').
Incidencias: Partido de la octava jornada de LaLiga EA Sports disputado en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán ante 41.040 espectadores, entre ellos cerca de medio millar de aficionados del Barça ubicados en la zona habilitada para los hinchas del equipo visitante. Prácticamente lleno. Mucho calor.
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