¿Cómo que lo que funciona no se toca?
Matías Almeyda, tras el incontestable triunfo frente al Girona, varió radicalmente el esquema ante el Elche e introdujo hasta cinco variantes en el once cambiando a toda la defensa, una de las líneas más elogiadas del Sevilla que ganó en Montilivi
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Matías Almeyda rompió el pasado viernes uno de esos mitos extendidos en el fútbol, una de esas frases hechas manida y propia de los cobardes. El entrenador argentino se limpió de un plumazo esa ley no escrita que esgrimen algunos y que defiente que “lo que funciona no se toca”. Después de lograr al fin en Gerona el primer triunfo de la temporada con un incontestable 0-2 de autoridad y suficiencia, el nuevo preparador sevillista lo varió todo con 13 días por medio, para nada en un partido a las 72 horas como cuando el Sevilla competía en Europa.
En la visita del Elche al Sánchez-Pizjuán, a la hora de confeccionar su once Almeyda se cargó a toda la defensa entera, una de las líneas más elogiadas en Montilivi, y no sólo eso, sino que varió radicalmente la estructura del equipo, cambiando el esquema de juego a una defensa con tres centrales y dos carrileros y un cuadrado en el centro del campo con el que le ganó en superioridad numérica a la medular iliciana.
Una defensa nueva: Carmona, Castrín, Kike Salas, Suazo y Ejuke, todos en el once de Gerona, no fueron titulares el viernes
Al entrenador bonaerense no le dio miedo a la hora de introducir hasta cinco cambios en el once, siendo sólo uno obligado por lesión de Ejuke, aunque también Suazo por su tardío regreso tras jugar con Chile.
Almeyda puso en juego de un plumazo a Azpilicueta, Batista Mendy (dos fichajes recién llegados), Marcao y Nianzou que llevaban prácticamente meses sin jugar y Juanlu, dejando en el banquillo a Carmona, Castrín, Kike Salas y los mencionados Suazo y Ejuke, todos ellos titulares en la victoria en Montilivi, siendo además el de Morón de la Frontera elegido como el MVP del partido por DAZN. Varió el esquema de juego en la visita del Elche y también –eso sí es normal al pasar de jugar de visitante a hacerlo de local– la estrategia operativa y los cambios sirvieron para dominar completamente a su rival en la primera parte.
Marcao, la clave para crear superioridad numérica
Con una zaga aparentemente de tres hombres, Marcao lograba que el Sevilla tuviera superioridad numérica en el centro del campo apareciendo siempre en zonas adelantadas en fase defensiva, lo que además permitía tener un hombre libre cuando el equipo recuperaba el balón y al Elche le tocaba defender. El brasileño lo hizo continuamente en la primera mitad y Nianzou y Azpilicueta lo repitieron a menudo tras el descanso. La consigna era tener un jugador más en una medular en la que acababan siendo cinco contra tres por dentro, sin contar con los carriles, (Gudelj, Mendy, Agoumé, Vargas y Marcao contra Elohuary, Neto y Aleix Febas).
Esto funcionó bastante bien en la primera parte salvo en una mala salida de Azpilicueta que acabó en la ocasión fallada por Rafa Mir, que remató solo en zona del navarro. Salvo ésa, el Elche no llegó hasta en el 1-1.
Almeyda dejó patente que no se deja llevar por el inmovilismo. Insistió a Cordón para firmar un central más y ha demostrado que puede recuperar a Nianzou y Marcao. Todo ello haciendo al Sevilla jugar su partido más completo futbolísticamente pese a no lograr el triunfo y bajar el nivel en el segundo tiempo. En Gerona primó el contraataque; el viernes se vieron muchas más cosas.
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