El fútbol es una ciencia en la que hay que estar en constante búsqueda y ni siquiera que la competición pare permite una relajación. Antes bien, es un buen momento para profundizar en aspectos en los que la inmediatez del día a día no deja que nos detengamos y en esa tesitura se encuentra el departamento de análisis del primer equipo, varios profesionales que, con un sevillista de cuna como Ramón Vázquez de cabeza visible, ha variado algo en estos días su mecánica de trabajo.

Realizar un estudio del rival, cortar y editar imágenes de vídeo, realizar informes para el cuerpo técnico, elaborar una película para el entrenador y otras para exponer a los futbolistas, realizar un análisis propio, tanto a posteriori como a tiempo real durante los partidos y que permite tener cualquier secuencia del mismo en las tabletas para que se puedan visualizar ya en el banquillo o en el descanso... Todas esas tareas han cambiado ahora de alguna manera durante este parón obligado por la pandemia de Covid-19.

Ramón Vázquez, en un partido del Sevilla.

“El nivel de reflexión con respecto al rival es vital y manejar mucha información es una tarea muy importante en la que nos condiciona el tiempo, ya que al tener partidos cada tres días a veces dependes de los viajes, por lo que no tenemos una estructura marcada”, explica sobre un trajín cotidiano que ahora, sin poder salir de su domicilio particular ni ir a la ciudad deportiva, echa de menos. En casa, no ha parado el trabajo, pero ha cambiado.

“El míster y el cuerpo técnico están preparando constantemente charlas para los jugadores a través de Zoom y hay que darle contenido a esas sesiones con lo que pida, buscando situaciones o comportamientos específicos”, explica Ramón, que advierte que este tiempo de inactividad competitiva propicia un mayor detenimiento, por ejemplo, en al análisis propio. “Ahora este tiempo te permite detenerte más en lo que se ha hecho para mejorar, tanto colectiva como individualmente”, recalca.

Conocido en la selección por el amplio equipo de analistas con el que contaba, Lopetegui tiene en el Sevilla a un equipo que forman cuatro personas. “Al principio empezamos Tai (Taichi Wakabayashi, un técnico japonés), Juan Antonio Guzmán, que ya estaba con nosotros en la etapa de Caparrós, y yo, pero luego se incorporó José Antonio Romero, que venía del Arsenal con Emery, con lo cual el flujo de trabajo es muy vivaz. Todos solemos trabajar más que nada en los rivales, en el más inmediato y en el posterior, con idea de tener toda la información con más tiempo para procesarla”, explica el hijo del mítico delantero alcalareño, que cuenta con la ventaja de haber respirado fútbol en su casa desde que nació, con dos hermanos y un padre futbolistas.

En el análisis en el fútbol de un equipo profesional lo fundamental es dar la respuesta a lo que demanda el entrenador de la forma más rápida posible, una premisa que está clara en todos los cuerpos técnicos. “Nosotros tenemos estructurado el trabajo de manera que Tai se encarga del informe individual de los rivales, Juan se dedica al balón parado, José, que es muy bueno con los datos, hace una criba y los analiza y yo me dedico al análisis técnico-táctico del juego. Todo, con un flujo de comunicación constante con Juanvi (Juan Vicente) Peinado, que es el nexo de unión del departamento de análisis con el cuerpo técnico, junto a Pablo Sanz, que también está muy encima”, explica el analista, quien puso en marcha hace unos años junto a Víctor Mañas, el analista de Emery, un departamento que en el Sevilla no existía como tal y que hoy engloba a técnicos que estudian y analizan para casi todos los equipos de los escalafones inferiores.

Durante un partido de fútbol se generan millones y millones de datos, un volumen de información que hay que saber seleccionar, interpretar y, después, exponerla de la manera más sencilla para que los futbolistas la entiendan. Estamos en la época del Big Data, un boom al que hay que subirse, pero que no debe obsesionarnos. “Te dan muchísimos datos, empresas que te proveen de miles y miles... La clave y la dificultad está en saber qué tipo de dato te interesa para convertirlo en información útil. Luego, de qué manera quieres usarlos y, sobre todo, ver en el dato que lo que subjetivamente has visto en el vídeo es algo real”, aclara el analista del Sevilla, que sabe buscarle la utilidad a los grandes flujos de datos: “En el día a día nos permite seccionar mucho los rangos de búsqueda y tras analizar diez partidos de un rival te puedes centrar en los cinco que de verdad te interesen”.

Ramón Vázquez (izquierda), junto al analista del Sevilla Atlético (derecha) y un técnico venezolano.

Basándose en el dato precisamente ha iniciado Monchi la creación de una estructura propia con la que espera que los frutos empiecen a verse en materia de procesos de búsqueda para el descubrimiento de talentos. El analista no tiene dudas de que, estando el de San Fernando por medio, ayudará al club a crecer más aún. “Al final con este tipo de cosas, con el I+D+I, siempre buscas la perfección y le da un plus más al club impresionante. El Sevilla está creciendo a un ritmo de vértigo y en estas cosas se ve claro”, matiza Ramón, que coordina uno de los eslabones importantes de la cadena de montaje de un partido de fútbol por su estructura de planificación.