No recomponer la figura, templar los ánimos, tener autoconfianza, saber cuándo dar el paso adelante y cuándo dar el paso atrás (ése que antes se criticaba y que ahora, cuando sirve para soñar con el título, hasta se aplaude)... la lista de virtudes del Sevilla en el Reale Arena es amplia frente a un claro desajuste inicial que obligó a pisar el acelerador posiblemente antes de lo previsto.

Lopetegui volvió a salir victorioso de una batalla con enjundia, pues la Real Sociedad es uno de los equipos a batir en la Liga pero se empequeñeció delante de los de rojo por mérito de éstos.

Defensa

La Real Sociedad planteó un esquema con ua posición híbrida de Carlos Fernández que hizo daño en los compases iniciales. Si bien Isak fue anulado por completo, la posición entre líneas del canterano sevillista sorprendió al Sevilla, que rápidamente tras el gol ordenó una presión más arriba y un mayor empuje por parte de Fernando que se tradujo en un sometimiento inmediato. La posición del brasileño, su paso adelante, fue determinante para provocar errores en la zaga local junto a la aportación de la segunda línea: centros de Suso y Jesús Navas, disparos de Ocampos, circulación del Papu Gómez... completada con las letales subidas de Koundé en la estrategia ofensiva. En la segunda parte, cuando la Real varió su esquema a una defensa de tres y comenzó creando superioridades por fuera con problemas sobre todo para Ocampos,

Lopetegui mandó a Fernando a incrustarse entre los centrales y al argentino, además, renqueante, arriba. La entrada de sangre fresca en el medio (Gudelj, Rakitic y Óliver Torres) sirvió para ganar control de partido.

Ataque

La sorpresa, de alguna forma, fue la entrada de Papu Gómez por Rakitic y con ello Lopetegui buscaba más control de balón pero perdía quizá más dominio de campo. En ese desajuste pudo llegar el gol de Carlos Fernández, pero después el equipo se estructuró bien. Joan Jordán y Fernando se relevaron para que uno apretara y otro hiciera la vigilancia y sobre todo la presencia física del brasileño se impuso cada vez que pisó el área rival, donde pululaba un En-Nesyri errático pero sumando en la presión y haciéndose respetar en carrera. La interpretación del juego por dentro de Suso se fue diluyendo con el paso de los minutos, igual que la de Ocampos, con más punch por su naturaleza ofensiva.

Con el cambio de sistema, En-Nesyri creció desde la izquierda, ya que pudo explotar con metros su potencia en carrera. Fue como encontró la opción del 1-3.

Virtudes

El Sevilla supo cuándo debía dar el paso adelante y cuándo había que defender. En la estrategia ofensiva también creció con una opción más, la del Papu Gómez.

Talón de Aquiles

Entre líneas y en momentos en los carriles exteriores la Real encontró cómo crecerse.