El Sevilla recibe al PSV en un trascendental partido de Champions, que marcará el destino de ambos equipos en la máxima competición europea. El duelo, como no podía ser de otra forma, se vivirá de forma multitudinaria, ya que más de 2.400 aficionados neerlandeses han viajado a la capital andaluza. El Ramón Sánchez-Pizjuán se teñirá, también, del rojiblanco visitante.

Por ello, el partido fue declarado de alto riesgo, con un despliegue de 400 policías aproximadamente. La llegada de la afición visitante, sin embargo, se ha producido sin altercados, como han podido captar las cámaras de Diario de Sevilla. Con la hinchada del PSV en las gradas, tan sólo queda que ruede el balón de la Champions League por Nervión para que comience el espectáculo del fútbol.

Al mal tiempo buena cara

Poco esperarían aquellos aficionados neerlandeses encontrarse una Sevilla así. La lluvia y el viento han sido protagonistas durante la mañana del miércoles, lo que ha provocado que la visita del PSV no se haya vivido tanto en la calle. Sin embargo, esta hinchada, que acostumbra a dar 'mucho ruido' en sus desplazamientos, no ha defraudado y ha viajado en multitud.

Un partido definitivo

No se estaría mintiendo si se afirmara con rotundidad que el partido de la tarde del miércoles podría ser el último para los aficionados del Sevilla en su casa. La complicada situación deportiva ha hecho que los nervionenses, a dos partidos del final de la fase de grupos, aún se encuadren en la última plaza. Tan sólo dos puntos -empates frente a Lens y PSV- ha cosechado un equipo que no le vale menos que una victoria.

Las opciones de los de Diego Alonso, discutido en el banquillo, pasan por vencer a un PSV que parte de una posición preferencial en la tabla, pero que quiere cerrar su pase cuanto antes. El conjunto neerlandés marcha en la segunda plaza, con cinco puntos e igualado con el Lens. Por tanto, una victoria de los de Peter Bosz en el Ramón Sánchez-Pizjuán les dejaría en una situación casi definitiva: con el Sevilla eliminado y los franceses jugándosela en el Emirates Stadium.

Pese a la tensión y lo que hay en juego, ni un equipo ni otro podrá contar con todos sus efectivos. Por parte sevillista, las bajas son más numerosas, aunque, en principio, no deberían afectar -excepto en la portería- al plan del técnico charrúa. Loïc Badé, con una lesión en el sóleo, y Boubakary Soumaré, molestias en su tobillo izquierdo, se han sumado a Nyland, Marcao, Suso y Lamela en la enfermería. Además, Januzaj tampoco estará por su ausencia en la lista Champions.

En clave PSV, Peter Bosz confirmó la baja de Noa Lang, un extremo que ya dio mucho de que hablar en el partido del Philips Stadion de la ida. Por tanto, se espera que Hirving Lozano y Bakayoko sean los dueños de las bandas, siempre con un objetivo claro en su plan de juego: encontrar a Luuk de Jong.

Todo listo, por tanto, para que la lucha por el pase a los octavos de final de la Champions se decida, a falta de una jornada, en el Ramón Sánchez-Pizjuán.