Sevilla FC-Levante

¡Gol de De Jong!, Nervión explota (1-0)

  • El Sevilla se gana tres puntos de valor con un fútbol que avasalla con las turbinas a tope

  • El cabezazo del holandés en la recta final puso justicia en el tanteo

De Jong celebra su primer tanto con el Sevilla.

De Jong celebra su primer tanto con el Sevilla. / Antonio Pizarro

Luuk de Jong cumplió por fin con su trabajo. Con su tarea de verdad, con meter la pelotita entre los tres palos de la portería rival y no con correr más kilómetros que los centrocampistas, una tarea igualmente encomiable pero que no serviría de nada si el 'nueve' no es capaz de golear. Y ese cabezazo del delantero centro holandés sirvió para descerrajar un litigio que se le había puesto muy cuesta arriba al Sevilla a pesar de las ocasiones claras que, entonces sí, ya comenzaba a acumular ante un Levante que arrancó bien y se fue aculando atrás en el momento en el que los sevillistas le pusieron a la máquina la opción centrifugado.

Porque el cuadro de Julen Lopetegui se volvió a ajustar al guión con el que se suele manejar ante los suyos por mucho que el arranque no tuviera nada que ver con otras veces. Este Sevilla llega un momento de los pleitos en los que pone todas las turbinas a tope y es capaz de atropellar a la razón y, por supuesto, también a los adversarios.

El Sevilla tardó bastante en meterse en el juego, pero cuando lo hizo entró en modo centrifugado para meter al Levante muy atrás

Cuando todos tocan a rebato el equipo radicado en el sevillanísimo barrio de Nervión es una verdadera apisonadora y sólo es penalizado por las carencias, que también las tienen, de algunos de sus elementos ofensivos. Pero el Sevilla sigue, sigue y sigue. Con Fernando barriendo todos los balones que el rival trate de sacar el anfitrión tira una y otra vez, hasta mil, por las bandas, donde se incorporan tanto Jesús Navas como Reguilón sin que sus pares sean capaces de seguirlo.

Y en este relato de los hechos muchos se preguntarán que si el Sevilla es así por qué no golea a sus rivales. Tienen razón los que así se planteen las cosas, faltaría más, pero es que a este equipo sí se le hallan fáciles deficiencias y una de ellas es la carencia de un delantero puro que le garantice goles como churros y otra la tiene también en el hombre encargado de ayudarlos en esa faceta, en este caso Nolito.

El sanluqueño tuvo durante el primer periodo no menos de media docena de posibilidades en su especialidad, que es llegar al borde del área con opciones de colocar sus disparos, pero por una razón o por otra mostró una incapacidad desesperante esta vez para convertirlas no ya en gol, sino ni siquiera en ocasiones dignas de ser apuntadas en la libreta como oportunidades diáfanas para haber adelantado a los suyos.

Ésa fue una de las principales razones para que la tropa de Lopetegui no se fuera al intermedio con ventaja en el electrónico, pero al Sevilla tampoco le importó en exceso. El método, después de haber neutralizado a ese Levante valiente del arranque, estaba ya marcado y tampoco era cuestión de alterarlo. Era mucho mejor para los blanquirrojos seguir de la misma manera hasta que el balón, por fin, entrara en la portería de Aitor Fernández.

Tras el descanso, los locales salieron con la misma intensidad, pero las ocasiones claras se hicieron esperar hasta la última media hora

A ello se dedicó, por tanto, un Sevilla que seguía percutiendo por el costado de Jesús Navas una y otra vez, algo menos por la siniestra a través de Reguilón, aunque esa vía también estaba siempre presente. El problema, sin embargo, seguía estando en esas ocasiones diáfanas que no acababan de llegar.

Era algo así como el diminutivo de sus delanteros, de esos Nolito, Chicharito, todo era menor en ese aspecto tan trascendente del fútbol. Hasta que llegó a las cercanía del umbral de la hora de juego y a partir de ese instante, como si existiera un límite, todo cambió para mejor. Después de un par de uys de Nolito, Chicharito tuvo el primer aviso serio en un cabezazo picado con todo a favor. Después sería Nolito el que disparaba alto en una falta sacada por Joan Jordán.

Chicharito y De Jong coincidieron y hasta le originaron fuegos al rival, pero su técnico, que acertó, deshizo el experimento con rapidez

El Sevilla apretaba y hasta Lopetegui se atrevió a correr un riesgo que no le gusta mucho, como evidenció al deshacerlo con prontitud. Dos delanteros a la cancha, dos referencias arriba con De Jong acompañando a Chicharito, y Óliver Torres en el papel de Banega. Aquello de qué casualidad Miguel viene al pelo cuando De Jong yerra un cabezazo con todo a su favor y de inmediato Chicharito tiene un medio gol en un pase genial de Óliver. Después el mexicano tendría otro taconazo. ¡Por fin llegaba el Sevilla al gol!

Pero a Lopetegui no le gustaba ese fútbol, esa aceleración y tal vez ayudado por el desgaste de Chicharito optó de nuevo por meter más control con el Mudo Vázquez por el mexicano. Acertó y hay que reconocérselo, pues Jesús Navas, en su enésima llegada, sí encontró a De Jong para que el holandés provocara por primera vez el delirio en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Gol de De Jong, sí tanto del holandés, y tres puntos más mientras todos se iban por los vomitorios debatiendo sobre si será el primero de muchos. El Sevilla los necesita, sin duda.

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