Sevilla FC | Resumen de la temporada

La gloria inacabada de una ‘cruel’ temporada

  • El Sevilla de Lopetegui firmó una campaña histórica en la que lo mejor es, posiblemente, que está más cerca de lo que pensaba de la grandeza total

Julen Lopetegui.

Julen Lopetegui. / Antonio Pizarro

¿Cómo ponerle un pero a la temporada firmada por el Sevilla de Julen Lopetegui? Entró en la historia como el mejor de todos los tiempos en la Liga de los tres puntos, luchó varias jornadas por un título acotado descaradamente para los grandes, logró su objetivo nada menos que con cinco jornadas de antelación (le sacaba 20 puntos al quinto)..., pero quizá, siendo grande lo que esta plantilla conquistó, el año fue también lo que se quedó por el camino y cómo se le fue al Sevilla de entre los dedos movida por el viento mucha gloria de la buena.

Momentos clave del Sevilla

¿Por qué no decirlo? Si lo dijo recientemente Rakitic en una entrevista: “La temporada ha sido cruel con nosotros”. Fue la campaña en la que que la crueldad de las cosas, del azar, del fútbol con sus avatares movidos por el capricho... impidió a este colosal grupo tocar la gloria bien y agarrarla con fuerza.

Tuvo demasiado cerca poder tumbar al Bayern Múnich en la Supercopa de Europa con aquella ocasión de En-Nesyri; estuvo a segundos de la final de la Copa del Rey cuando Ocampos falló aquel penalti y hasta el minuto 95 estaban los blancos resistiendo en el Camp Nou con un pie en la lucha por otro título; estuvo por dos veces para engancharse de lleno en la pelea por la Liga y en las dos fue cruel el destino con los sevillistas; la primera, cuando las ocasiones de En-Nesyri ante el Athletic no entraron en la portería de Unai Simón y sí lo hizo ese balón de Iñaki Williams en el contraataque letal de los de Marcelino; la segunda, cuando el 1-2 mandaba en Valdebebas gracias al penalti convertido por Rakitic y en el 94 Eden Hazard metía el pie para desviar un disparo de Kroos.

Y todavía hasta puede considerarse cruel también cómo nadó y se ahogó en la orilla el equipo de Lopetegui en Dortmund en un partido de vuelta en el que también rozó la proeza.

Temporada histórica

Fue espectacular la temporada del Sevilla. Histórica y sublime, pero pudo ser más con uno o dos golpes de esa suerte que se le negó en momentos clave o que quizá sea la medida para calibrar qué es lo que le falta de grandeza para ser de verdad un top.

Como el maltrato persistente, como un goteo incesante pese a las denuncias casi diarias del entrenador, por los horarios de LaLiga, que castigaron al equipo con más desgaste de todo el campeonato. Para empezar, adelantó la hora de su primer encuentro liguero en Cádiz pese a tenerla ya fijada un día después restándole 24 horas de descanso después de una extenuante final con prórroga incluida ante el Bayern Múnich en Budapest.

Lopetegui denunció casi semanalmente el maltrato y la poca consideración hacia sus futbolistas, que “con sólo dos piernas y dos pulmones” –utilizando una frase literal del guipuzcoano– cometió la osadía de subírsele a las barbas al Real Madrid y al Barcelona en lo que se consideraba un coto privado.

Récord tras récord

El Sevilla, con su ristra de récords, que se sucedían cada semana (partidos sin perder, partidos sin encajar goles, jornadas consecutivas en puesto Champions...), fue escribiendo una historia a base de trabajo y arte de maestro cartesiano para equilibrar cargas con descanso en los pocos días que no había competición. De ahí salió gran parte del éxito, en una excelente planificación achacable a todo el cuerpo técnico, con los preparadores físicos, si no a la cabeza, casi al frente de todo eso.

Salvo un par de momentos de dudas que coincidieron en el tiempo con partidos fuertes de Champions (ante el Chelsea y otro ante el Dortmund), con duelos ante el Barcelona en Liga y Copa, la respuesta de los de Lopetegui fue siempre excelente. Corrigió el déficit de la temporada pasada en los partidos de casa, en los que se escaparon algunos puntos, y se acostumbraron a competir al máximo. En esos dos baches, la diversificación de esfuerzos se pagó en la Liga, uno ante Granada, Eibar o Athletic (tres derrotas seguidas en la primera vuelta) y otro frente a Barça en casa y Elche.

Nunca el Sevilla había conseguido ser cuarto en la Liga dos temporadas consecutivas y es la demostración de que el siguiente salto está cerca.

El futuro del Sevilla

Y el siguiente salto es ser grande de verdad. Dejar de ser el hexacampeón de la Europa League para ser un grande de Europa. Orgullo que se le planteara formar parte de la Superliga europea ideada por Florentino y orgullo de que el club dijera “no” con firmeza para alinearse con la UEFA y con la Champions, que es donde gira y gira el futuro de un Sevilla que ha visto la gloria de verdad demasiado cerca. ¿La va a dejar escapar? La temporada ha sido cruel pese a todo. Pero ahí está el Sevilla, que no se rinde nunca.

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