Un irreversible problema de credibilidad

“No podemos seguir así más tiempo. Nuestro Sevilla FC no soportará una temporada más con esta guerra social, sumido en protestas masivas y en el que no hay un solo sevillista que confíe en los actuales gestores”. La frase la firmaría cualquier sevillista de a pie. Puede que incluso la mayoría de los grandes accionistas e incluso alguno de los que están representados o presentes en el consejo y que ya están hartos de tantísima tensión. Alta tensión con peligro de electrocución. Su autor es José María del Nido Benavente, que ayer sorprendió con un manifiesto en pro de un “pacto por la viabilidad”. Y ahí viene el problema, que el propio opositor principal del actual consejo ya es también permeable al absoluto descrédito que tienen todos los grandes accionistas. Todos.

Es una situación irreversible esta del descrédito, en paralelo a la mayor crisis del Sevilla en todo el siglo XXI y una de las mayores en toda su historia junto con el descenso de 1972... O el de 1997, que se solventó dos años después con mucho esfuerzo por parte de familias sevillistas, ahora enfrentadas, con la compra del paquete maldito por parte de Sevillistas de Nervión en 1999.

La compraventa se hará esperar

Entonces estaba el propio Del Nido Benavente junto a sus ahora enemigos en el mismo bando. Y actualmente todos son vistos como accionistas ya amortizados que deben dar un paso al lado. El sevillismo clama por una tercera vía que pasa por la compraventa conjunta de los grandes paquetes de acciones. Un proceso que va para largo y no es esperable a corto plazo. Este verano como algunos anuncian es imposible. Por lo que la situación pasa por un proceso de transición... sin Del Nido Benavente por mucho que ahora se ofrezca.

El propio Del Nido Benavente pudo comprobar el día del Sevilla-Las Palmas que él también es rechazado ya por una gran parte del sevillismo de base. Y si no le quedó claro, muchos de los mensajes en respuesta al tuit en el que anunció ese “pacto por la viabilidad” le afeaban que ahora hablara de pactos el hombre que rompió el de gobernabilidad que firmó su hijo en 2019 en su nombre. Aún estaba inhabilitado como administrador de una sociedad de capital.

La ruptura de Sevillistas de Nervión

Aquel acuerdo con Sevillistas de Nervión, o lo que quedaba de éstos tras la ruptura del grupo en 2014 –por un lado Del Nido Benavente y Gómez Miñán y por otro Roberto Alés, Francisco Guijarro y José Castro–, duró lo que una cuchara de pan en un gazpacho. Fallecido Roberto Alés en febrero de 2019, Del Nido Carrasco y Castro escenificaron la paz con lo que se llamó el pacto de gobernalidad en noviembre de 2019.

El pacto por la pasta, según acuñó Accionistas Unidos porque el propio Del Nido Benavente instó a que se profesionalizara el consejo con unos suculentos emolumentos y además se repartieran dividendos a los accionistas. En apenas tres meses ya le dio orden a su hijo de romperlo.

El giro de los americanos

Pero ahora se ve aislado con su paquete de acciones tras el cambio de rumbo de Sevillistas Unidos 2020 (los americanos) y ofrece otro acuerdo en el que los receptores del mismo jamás van a creer aunque clamen por una solución contra la altísima tensión. Pero jamás es jamás de los jamases. ¿Por qué no respondió antes a las veces que su hijo en público le tendió la mano instándole a que rompiera con los americanos y se uniera a él?

Desde la parte de Del Nido Benavente se quitó siempre credibilidad a esa oferta del hijo. Pero tampoco la puede tener quien rompió el pacto de gobernabilidad e inició, con los americanos, una campaña de hostigamiento hacia el consejo ¡en 2020!, el año en el que, con el nuevo proyecto de Monchi y Julen Lopetegui, el Sevilla consiguió la Europa League y se clasificó por la Liga para la Champions.

Ahora Del Nido ha roto con los americanos, después de que éstos se abstuvieran en las dos últimas Juntas de Accionistas y lo dejaran maniatado con su paquete mayoritario. Y los ha demandado también. Otra demanda por incumplimiento de su pacto parasocial para destruir al actual consejo. ¿Les suena? Los actuales dirigentes no tienen crédito ninguno. Ninguno. ¿Lo tiene Del Nido Benavente?