Final feliz tras un sufrimiento al que no hay derecho (1-0)

El Sevilla, con un sufrimiento al que no hay derecho, sacó adelante el partido clave ante Las Palmas gracias a un gol de García Pascual, gran protagonista, en un partido muy mal gestionado por Joaquín Caparrós, que primero dejó pasar la primera parte con Lukébakio ahogado en la izquierda y que después, tras el tanto del canterano, inyectó más locura al equipo en vez de transmitir tranquilidad. El tramo final fue no apto para cardiacos. La afición sufrió de lo lindo en un sinsentido táctico, un correcalles del que los blancos salieron ganadores, pero que pudo pasar cualquier cosa, con un gol anulado a los visitantes por falta a Nyland. También Antonetti tuvo el 2-0 en una contra que no supo resolver y en la que no dio el balón a Lukébakio, que iba a su lado solo.

La celebración al final fue una gran alegría, aunque la salvación no es matemática, ya que es necesario que el Villarreal debe ganar este miércoles al Leganés para que así sea. Pese a ello Caparrós lo celebró haciendose protagonista tras un final loco que se prolongó hasta el minuto 103, con Carmona cojo en el campo y Las Palmas, que está casi en Segunda, atacando.

Los gritos contra la directiva y contra Del Nido Carrasco sonaron muy rotundos en el descanso y al final.

Cuando el equipo certifique definitivamente la salvación, habrá que hacer un análisis profundo de la situación, tanto deportiva como social e institucional. El consejo de administración ha demostrado no estar capacitado y, sobre todo, que no es querido por casi la totalidad de la afición. Ha estado a punto de suceder un problema de orden público y la solución no debe ser redoblar cada dos semanas la seguridad privada e involucrar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por un problema particular que atañe a la entidad.