El sevillismo espera el segundo conejo de la chistera de Cordón
Todas las miradas están puestas en el nuevo director deportivo, obligado a sorprender sin dinero y sin recursos como con Suazo; Ni Juanlu se vende ni se formalizan inscripciones
El Sevilla vuelve a los entrenamientos con una ausencia destacada en una semana atípica
El fichaje de Gabriel Suazo ha convencido. La fogosidad del carácter de un Matías Almeyda que quiere un Sevilla agresivo y con determinación de momento, también. En la última semana ha subido el crédito del proyecto en la opinión del sevillismo, pero aún queda bastante. No es suficiente y resta mucho por hacer porque la competición es muy exigente y ya está la experiencia de tres temporadas pasando fatigas clasificatorias.
Por eso la afición espera nuevos movimientos de Antonio Cordón teniendo –eso sí– consciencia de que el nuevo director deportivo (ahora bajo la nomenclatura de director de fútbol profesional) no puede hacer magia. No obstante, el sevillista ávido de noticias espera un segundo conejo de la chistera del extremeño tras lo que ha podido ofrecer en el poco tiempo que lleva en el equipo el lateral chileno Gabriel Suazo.
Pero Cordón dispone de recursos y las cuentas que se hicieron con la venta de Juanlu al Nápoles no salen de momento. Ha tensado tanto la cuerda el Sevilla –o ha hecho bien en defender sus intereses– que la operación ahora mismo está totalmente parada, lo que ha provocado el frenazo de la planificación prevista, si no en seco sí de forma más o menos evidente.
El Sevilla sigue sin poder inscribir a los jugadores que no figuran en la lista de LaLiga por tener el límite salarial sobrepasado. Ni Suazo está en esa relación, ni lo están Akor Adams, ni Vargas ni Alfon, tres de ellos siendo los más destacados el pasado sábado en la primera victoria de la pretemporada ante el Schalke 04.
En este sentido será fundamental la salida de algunos de los descartes que tienen las fichas más altas, como Rafa Mir y Januzaj. Y no es fácil, pues los jugadores quieren hacer valer sus contratos –están en su derecho– y en el mercado hay pocos clubes que puedan asumir sus sueldos estando además tan devaluados.
Otra de las posibles soluciones sería una venta alternativa. Badé y Lukébakio, los mayores activos deportivos, no están por la labor de salir y las posibles ofertas por jugadores como Sow o Isaac no han cuajado. Juanlu era la solución y el truco para que el conejo saliera de la chistera, pero...
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