Amenaza a unos chicos con un arma para que dejen de patinar en la calle

El Supremo de Estados Unidos consagró hace dos meses el derecho a llevar armas en público y días después se produjeron seis muertes tras un tiroteo en un desfile por el Día de la Independencia. Y no paran de sucederse escenas en las que el uso de las armas escandaliza a la sociedad. Los dos últimos, esta semana. En primer lugar se viralizó un vídeo en el que una mujer sacaba de su coche un arma para responder con disparos al acoso que estaba siendo sometida por parte de varios jóvenes que terminaron lanzándole un cubo de agua.

El vídeo del enfrentamiento, ubicado en las calles de Compton, California, muestra a un grupo de personas llamándole la atención a una conductora cuyo coche está parado en medio de la calle. Se produce un intercambio de palabras y en un momento determinado, uno de los implicados vacía un cubo de agua sobre la chica, quien se dirige hacia el coche. Cuando parecía que lo que iba a hacer era marcharse del lugar indignada, lo que hizo fue sacar un arma de dentro del coche y disparar ante el estupor de la multitud que estaba en la zona.

El segundo caso lo ha protagonizado un hombre al que la presencia de unos jóvenes practicando skating no le resultó agradable y ante la negativa de estos a marcharse decidió acercarse con su coche y amenazarles, pistola en mano. "Sólo en América podría alguien tener la osadía de apuntarle a unos chicos patinando", comenta Joseph V. Sakran, cirujano estadounidense de trauma, investigador de salud pública, defensor y activista de la prevención de la violencia armada.

El hecho sucedió en Gilbert (Arizona). Los chicos aseguraron a las autoridades que estaban haciendo un vídeo junto a la Iglesia y el hombre les abordó diciéndoles que no podían estar en el sitio que estaban ocupando. Ante su insistencia le garantizaron que tenían derecho de estar ahí y le instaron a llamar a la policía si quería que se marchasen. El hombre se montó en el coche, dio una vuelta y regresó, bajándose del mismo con el arma en la mano. Ante esta situación, los dos jóvenes decidieron no enfrentarse al hombre, recoger sus cosas y marcharse del lugar. No contento con ello, el hombre les siguió con el coche en posición desafiante.

Al día siguiente los jóvenes fueron a denunciar el asunto a la Policía y las cámaras de seguridad de la Iglesia sirvieron para aclarar la situación y detener al implicado en el suceso.