La fachada de la Catedral de Santiago de Compostela se despide de los andamios tras ocho años de obras
La escalinata y la rejería de la fachada barroca vuelven a lucir en todo su esplendor.
Los trabajos se centrarán ahora en el museo catedralicio, pero no afectarán al cuerpo principal.
La fachada de la Catedral de Santiago de Compostela vuelve a lucir sin andamios ni grúas ocho años después del inicio de las obras de restauración de este emblemático lugar, centro de peregrinaje de multitud de personas.
Los operarios terminaron este miércoles de retirar el andamio que cubría la escalinata y la rejería del cuerpo principal de la catedral, tras acabar su restauración financiada por el Ministerio de Fomento. Con la finalización de las obras, la fachada barroca recupera su imagen tradicional.
Los trabajos comenzaron en 2013 en las deterioradas torres y se fueron extendiendo a otros lugares, dados los estragos provocados por el mal tiempo. Por fin la hermosa vista ha quedado al descubierto con una catedral remozada que ha ganado en luminosidad gracias a la limpieza en su piedra.
Aunque estas reformas han acabado, está previsto que en breve comience otra restauración en el museo catedralicio. Si bien, no afectará al cuerpo principal del edificio.
Al fin, los peregrinos que se aventuren este Año Xacobeo en el Camino de Santiago podrán llegar a la Plaza del Obraidoiro y admirar su meta en pleno esplendor (frustraba un poco llegar estos últimos años y verla cubierta o con obstáculos que dificultaban admirarla).
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