Sociedad

Elche, Telde y Cartagena, entre las ciudades europeas con menor mortalidad gracias a sus zonas verdes

El Parque Tamarguillo separa la barriada Parque Alcosa del aeropuerto de Sevilla.

El Parque Tamarguillo separa la barriada Parque Alcosa del aeropuerto de Sevilla. / Juan Carlos Muñoz

Las Zonas Verdes llevan años convertidas en cuestión prioritaria para los rectores de las diferentes ciudades de Europa, pero en los últimos tiempos los avisos que está ofreciendo la Naturaleza a la humanidad, los signos inequívocos del recalentamiento global y el cambio climático la sitúan en asunto innegociable, vital para tener una mayor esperanza de vida y una menor mortalidad prematura. Contar con zonas verdes es garantía de construir un entorno más saludable para niños y mayores y de alejar enfermedades de los adultos y de convivir en un mayor estado de felicidad. Y así lo reflejan los resultados de la investigación llevada a cabo por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) respecto a la cercanía de zonas verdes en más de mil ciudades de 31 países europeos para determinar cómo influye en el ranking de las ciudades europeas con mayor y menor mortalidad atribuible a falta de áreas verdes. Destacan tres ciudades españolas: Elche, Telde y Cartagena.

Los avisos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) están siempre sobre la mesa y la revista The Lancet saca a relucir la realidad el impacto real que hacer las cosas de una forma adecuada tiene sobre la población. La contaminación atmosférica, el calor y el ruido son enemigos que hay que combatir y las zonas verdes son los aliados perfectos para ello. El objetivo es que haya una zona verde de al menos media hectárea a una distancia de no más de 300 metros en línea recta desde cada domicilio, algo difícil de cumplir en determinados contextos, pero a lo que hay que aspirar en el futuro. Sevilla dispone de 22 metros cuadrado de zona verde por habitante, por ejemplo.

¿Cómo medir el impacto de la zona verde en la ciudad?

Autopistas de Sacyr en Turin. Autopistas de Sacyr en Turin.

Autopistas de Sacyr en Turin.

Para calcular el espacio verde existente en cada ciudad, el estudio ha utilizado el Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI) como indicador principal. Como explican desde la Agencia Sinc, "el NDVI es un indicador que mide cómo de verde es un área determinada. Toma en consideración cualquier tipo de vegetación, desde el arbolado de las calles a los jardines en propiedades privadas, y se obtiene a partir de imágenes de satélite".

Los resultados generales del estudio muestran que el 62 % de la población estudiada vive en áreas con menos espacios verdes de los recomendados y que este hecho habría derivado en 42.968 muertes, que se hubieran evitado de llevar a cabo las recomendaciones de la OMS.

Los resultados del estudio concluyen que con las recomendaciones de la OMS se hubieran evitado 42.968 muertes

La lista de ciudades con mayores índices de mortalidad atribuible a la falta de zonas verdes la encabezan las localidades italianas de Trieste y Turin, así como Blackpool en Inglaterra. También tienen rangos negativos Gijón y Bruselas.

En el lado opuesto aparecen las cinco metrópolis de más de 100.000 habitantes con menor carga de mortalidad atribuible a un menor índice de NDVI, entre las que destacan hasta tres municipios españoles: Elche, Telde y Cartagena, a las que acompañan en este ranking la ciudad portuguesa de Guimaraes y Perugia, en Italia.

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