Se cumplen tres semanas desde que Esther López desapareciera en Traspinedo, Valladolid. A día de hoy sigue sin haber rastro de la joven y, tras no haber encontrado pruebas incriminatorias del primer sospechoso, la policía ha encontrado un segundo sospechoso muy cercano a la víctima. 

Después de quedar en libertad condicional al primer detenido por la desaparición de esta mujer de 35 años, los agentes de la Guardia Civil centraron todas sus miradas en los amigos que estuvieron con Esther López la noche del 12 de enero hasta dar con una persona muy cercana a la familia que ha sido considerado como sospechoso. 

Ante este hecho, Miguel López, el padre de la desaparecida, ha declarado que: "teníamos una relación buenísima. Es más, él ha comido varias veces en mi casa y ha llegado a dormir y todo. Era muy amigo de mi otra hija". Este hombre, al igual que el resto de la familia, se desesperan con el paso de los días al ver que cada vez es más difícil hallar a su hija. 

Sin embargo, cuando este segundo sospechoso cercano al círculo familiar entregó su coche a las autoridades para que estas lo examinaran, descubrieron que estaba recién lavado. Esta persona ha llegado a declarar hasta en cinco ocasiones en calidad de testigo y, según ha podido corroborar la Guardia Civil, en tres de ellas presentó contradicciones.

Este amigo de Esther, que estuvo con ella durante la noche de su desaparición, aseguró a las autoridades que dejó a la joven para que bajara de su coche sobre las 3:30 de la madrugada, pues estaba cansado y quería irse a dormir. No obstante, se han encontrado contradicciones en estos relatos emitidos por el ahora sospechoso. 

Un avance que sí se ha producido en el caso es que los agentes han conseguido clonar el teléfono móvil de Esther, un hecho que facilitará comprobar si los testimonios de los investigados coinciden con las pistas que se consigan.

Hasta la fecha no existe mayor información sobre el paradero de Esther y, tal y como apuntó la Guardia Civil la semana pasada, dadas las circunstancias las autoridades no pueden descartar ninguna hipótesis sobre el caso, ya que parece que, tras tres semanas de exhaustiva búsqueda, el paradero de la vallisoletana sigue siendo un misterio. 

Ante estas noticias, la familia de la desaparecida ha querido compartir un vídeo en el que se muestran momentos de felicidad. Han alegado que la publicación del vídeo es para facilitar la localización de la joven. Esa sonrisa que muestra Esther en el vídeo, dicen, es su esperanza.