Planear y organizar una boda es uno de los eventos más bonitos y difíciles que se suma a la vida de una pareja. Actualmente estas ceremonias cuentan con una preparación de muchos meses, algunas incluso más de un año, ya que las iglesias, fincas, haciendas o restaurantes trabajan con bastante antelación para reservar ese día para los novios. Durante todo el tiempo que duran los preparativos para el gran día, los novios dedican mucho esfuerzo para que todo salga a la perfección pero hay un detalle que no depende de ellos en absoluto, el tiempo. 

Nadie puede predecir al cien por cien cuál será el tiempo que haga el día de su boda y es por eso que durante muchos años, se han seguido tradiciones para alejar la lluvia de ese momento tan especial y que se ha planeado con tantísimo mimo. Quienes quieren estar al cien por cien seguros de que no lloverá el día del enlace, suele escoger algún día de verano para la boda, pero en ocasiones, hasta ahí se puede fallar, ya que hay algunos días estivales donde aparece de repente el mal tiempo y la lluvia termina siendo la protagonista, en pleno mes de julio, por ejemplo. 

Para ahuyentar de manera definitiva esta posibilidad son muchas las tradiciones que pueden seguir los novios y así ganarse el "favor" de los Santos para que el día de la boda reluzca el sol y pueda ser una jornada sin altercados. 

Huevos a Santa Clara

Una de las tradiciones más arraigadas en España es que los novios, concretamente, la novia haga una ofrenda de una docena o más de huevos a las monjas clarisas. Ellas rezarán para que el día de la boda el sol luzca y la pareja pueda disfrutar de su gran evento sin estar mirando al cielo preocupado. Algunas de estas monjas clarisas se dedican a la venta de dulces artesanos y con estos huevos que entregan las parejas, se realizan nuevas hornadas de los postres tradicionales como las magdalenas. 

Unas tijeras el mejor aliado

Otro de los ritos que siguen muchas novias para pedir que no llueva el día de la boda es dormir con una tijeras debajo del colchón la noche antes de la boda. Una costumbre que no goza con tanta popularidad en España, pero que seguro que muchas novias siguen alrededor del mundo. 

Una cruz con sal

Aquellas parejas o novias que tengan en casa un patio trasero o jardín pueden realizar otro ritual para que no llueva el día del enlace: trazar una cruz con sal el día antes de darse el 'sí quiero'. Hay otro ritual parecido a este que consiste en clavar cuchillos en la tierra el día antes del enlace, en el jardín o en alguna maceta. 

A pesar de que hay diferentes opciones para pedir que haga buen tiempo y soleado el día de la boda, no hay que desanimarse si finalmente la lluvia termina apareciendo ya que como suele decirse, "novia mojada, novia afortunada", así lo afirma el refranero español. Algunas personas creen que el agua también es sinónimo de fertilidad cuando se trata de un matrimonio, de manera que siempre hay que buscar el lado positivo a las cosas y disfrutar del gran día.