Tras más de 70 años de reinado, la reina Isabel II falleció el pasado 8 de septiembre con 96 años de edad, junto a la compañía de sus hijos. Este hecho ha dejado sin palabras al mundo entero pero, sobre todo, al Reino Unido. Sus restos se encuentran en la Capilla de San Jorge, junto a los de su difunto esposo Felipe de Edimburgo y los de sus padres, Jorge VI e Isabel, la Reina Madre.

La muerte de la reina, cuyo reinado ha sido el más longevo de los últimos 1000 años, es lo que ha dado pie a la apertura al público del castillo de Windsor, con motivo de visitar los restos mortales de la fallecida monarca. Según la página oficial de RCT (Royal Collection Trust) "El Castillo de Windsor reabrirá a los visitantes el jueves 29 de septiembre".

El hecho de que el castillo abra sus puertas al pueblo británico sumado a que alrededor de 250.000 personas pasaron ante al féretro de la difunta reina, puede dar que pensar sobre aglomeraciones en la Capilla de San Jorge. Para evitar temores, el RCT ha indicado que la visita a la sepultura de Isabel II estará regulada: se venderán un número determinado de entradas cada día con un período determinado de visita.

Militares portan el féretro de Isabel II

Sabemos cuándo y cómo se hará la visita pero, ¿cuál será su costo? Pagando en libras esterlinas serían £28,50, lo que equivale a 32 euros por persona adulta. El precio para los jóvenes (entre 18 y 24 años) es de 21 euros y para los niños (entre 5 y 17 años) 17 euros; los niños inferiores a 5 años no pagan.

Los horarios de visita se adaptan a los del Castillo de Windsor, el cual cierra los martes y los miércoles. Además, los domingos la Capilla de San Jorge solo está abierta para el culto. En los días de visita (lunes, jueves, viernes y sábado) se podrá visitar la Capilla a partir de las 10:00 horas; la última admisión será a las 16:00 y cerrará a las 17:15.

La cifra de personas que desean realizar la visita a Isabel II se prevé alta, lo que indica interés en las sepulturas o los cementerios; lo mismo que ocurre con las sepulturas de otras figuras públicas e históricas como la del compositor Beethoven (que se puede visitar en el Zentralfriedhof de Viena) o los sepulcros de los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón (en la Capilla Real de Granada).

El turismo de cementerios, una demanda al alza

Este interés por visitar los camposantos recibe el nombre de necroturismo y aunque esté comenzando a alzarse ahora en España, ya lleva tiempo en Europa. Los epitafios, las esculturas, los grabados... en los cementerios hay muchos elementos que gran parte de la población mundial considera arte, pero lo que es indudable es que es patrimonio cultural. Además del patrimonio cultural no podemos olvidar que los mausoleos aportan información sobre las antiguas costumbres ligadas con la muerte a la vez que contexto histórico cultural. 

España cuenta con más de 20 cementerios que despiertan particularmente el interés social: el cementerio de Poblenou (también llamado Cementerio Viejo) en Barcelona, el cuál se inauguró en 1775 y fue derribado por las tropas de Napoleón; el cementerio de Polloe en San Sebastián, en el cuál descansa una de las primeras defensoras de los derechos de la mujer, la escritora y política Clara Campoamor.