Decoración

Reformas en la cocina: diez consejos para ahorrar y evitar sustos

Hay que planificar bien los cambios que se quieren hacer antes de ponerse manos a la obra.

Hay que planificar bien los cambios que se quieren hacer antes de ponerse manos a la obra.

La cocina es esa estancia de la casa con la que uno nunca está del todo contento. No es fácil acertar a la primera: Un cajón que debería haber sido más grande, un escobero en chaflán que al final no sirve para guardar la escoba, unos tiradores con demasiado brillo, una encimera que al final quedó muy pequeña o un mecanismo de apertura de puertas incómodo, entre otras muchas cosas, pueden terminar aguando el estreno de la ansiada cocina.

Sin embargo, la experiencia es un grado y es de ella de la que debemos aprender cuando nos planteemos la reforma de nuestra vieja cocina. Podría servir, junto al siempre eficaz uso de la lógica, para no meter la pata y, de paso, ahorrar unos euros en la reforma, pero tampoco viene mal seguir unos pequeños consejos, muy útiles para evitar sustos.

1. Las ideas claras

Antes de acometer la reforma conviene tener muy claro lo que queremos hacer con la cocina. Tomar todas las medidas, pensar en todos los problemas con que podemos encontrarnos para tenerlos resueltos antes de que empiece la obra. Siempre será peor tomar decisiones con prisas.

2. Tener el cuenta el triángulo de trabajo

Para cocinar con comodidad es imprescindible disponer del espacio necesario y una distribución adecuada. Para eso lo mejor es tener siempre en cuenta el triángulo de trabajo, esto es, un espacio lo más libre y diáfano posible que conecte la placa de cocción, la nevera y el fregadero. Cuantos más obstáculos, peor.

3. Ajustarse al presupuesto

Es fácil sucumbir ante el encanto de una idea de última hora, y con ello caer en la trampa de disparar el presupuesto que teníamos asignado para la reforma. Con una planificación previa y todas las opciones por escrito nos ahorraremos sustos posteriores.

4. Cuidado con el tiempo

Una cocina no se reforma en dos días. Es importante tenerlo en cuenta para planificarse la vida durante el tiempo que dure el esperado cambio y así evitarse disgustos. Ojo también con los tiempos de entrega, que pueden demorarse hasta provocar la exasperación. Siempre será más rentable en términos de estrés (de reducirlo, se entiende) contar con el trabajo de profesionales solventes de los que se sepa a ciencia cierta que van a tener disponibles todos los materiales necesarios antes de comenzar la obra.

5. Invertir para disponer

A menudo algún accidente o imprevisto puede dejarnos con una baldosa o un tirador rotos y sin posibilidad de cambiarlo por uno igual, lo que puede terminar afeando nuestra preciosa cocina. Para evitarlo lo mejor es invertir algo más de dinero en disponer de material extra que permita solventar estos problemas sin mayores disgustos.

6. La iluminación

Es mejor no quedarse cortos con las luces. Su presencia puede facilitar mucho el trabajo en la cocina, y su ausencia destrozarlo. Tampoco hay que quedarse cortos a la hora de pensar en las conexiones y tomas de corriente antes de que los albañiles se pongan manos a la obra y sea demasiado tarde.

7. Más espacio para almacenaje

Una cocina siempre se queda corta. Disponer del mayor espacio de almacenaje posible nunca está de más, y si se actúa con inteligencia es fácil ganar sitio en vertical con muebles hasta el techo. Eso sí, las cosas del día a día, mejor abajo.

8. Cuidado con los colores

Hay gustos para todos los colores, o viceversa, pero en una cocina hay que pensar siempre en la armonía y en uso de colores no demasiado atrevidos, que terminarán pasando de moda y hacernos odiar nuestra cocina en poco tiempo.

9. Los profesionales saben

La planificación de la obra es esencial, ya se decía arriba, pero no menos importante es saber contar con ayuda experta para hacerlo. Los profesionales de la arquitectura y la decoración saben mejor que nadie qué hacer con el espacio para sacarle el máximo rendimiento. Es bueno seguir sus consejos, pero siempre según tus gustos y necesidades.

10. La encimera

La cocina está hecha para cocinar, así que tener lo más moderno o lo más bonito no sirve de nada si no hay un buen espacio para cocinar. Una buena encimera en la que preparar los alimentos o disponer de los útiles necesarios es garantía de que hemos acertado.

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