El asesinato de la doctora Eva Abad: 102 puñaladas con premeditación y alevosía

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de 24 años de prisión para el que fue marido de la víctima cuando acabó con su vida.

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Efectivos de los Mossos frente al domicilio donde se produjo el asesinato / Enric Foncuberta
Carmen P. Acal

28 de julio 2023 - 19:14

El 24 de julio de 2019 Manel P.S. acabó con la vida de su pareja, la doctora Eva Abad, en la cocina de su casa. La cosió a puñaladas (102 en total) utilizando un cuchillo de grandes dimensiones que tenían en la cocina y unas tijeras. Esa no sería la única vez que Manel ejerció violencia contra ella. Eva había estado viviendo una vida de miedo y maltrato desde que comenzó la relación con su asesino. El crimen no fue fortuito, Manel lo habría planificado a la perfección.

Esa mañana el asesino de Eva Abad se levantó con la idea de acabar con la vida de su mujer. Era el día del cumpleaños de él. Eva tenía por entonces 47 años y dos hijos menores de edad a su cargo. Manel, por su parte, tenía una hija de 12 años contra la que, según algunos testigos, también era machista y violento. La noche de antes de los hechos Manel se reunió con los niños para despedirse de ellos en una casa que tenían sus suegros.

Después de eso cogió el coche y regresó a Terrassa, donde compartía vivienda con Eva. Esperó a la mañana para acabar con su vida, lo que demuestra que en su decisión no hubo nada improvisado. Tras cometer el atroz crimen, decidió entregarse a la Policía no sin antes contestar a unos mensajes que tenía en el móvil como si no hubiera pasado nada.

La versión del agresor

Manel contó a los agentes y más tarde ante el juez que su mujer lo había provocado diciéndole que preferiría que estuviera muerto. “A mí realmente lo que me gustaría sería que te suicidases, que te tirases por un puente”, fue lo que supuestamente Eva le había dicho.

Eso desencadenó el altercado, según él. Sin embargo no se pudo probar de ninguna manera que Eva hubiera dicho tal cosa. Sí quedó demostrado, por el contrario, que él la maltratada en privado y en público, que la insultaba y la despreciaba y que trataba con violencia no solo a su mujer sino a otras mujeres de su entorno. Varias personas de su entorno testificaron en esta línea durante el juicio.

En la sentencia que se redactó tras la vista, quedaría demostrado que Manel actuó de forma premeditada y con alevosía, provocándole un sufrimiento innecesario a la víctima y con pleno conocimiento de lo que estaba haciendo.

Hecho que se debió a que, durante el crimen, el homicida asestó los golpes con tanta saña que llegó a romper el cuchillo con el que apuñalaba a la doctora.Llegó a argumentar que no recordaba nada, sin embargo se probó que no hubo enajenación mental transitoria.

Tampoco se le aplicó la atenuante de colaboración pese a haber confesado el crimen. Por todo ello el asesino de Eva Abad fue condenado a 24 años de prisión así como a la prohibición de acercarse a los dos hijos de la víctima, que son los únicos herederos del patrimonio de Eva.

Ratificación del Supremo

Ahora el Tribunal Supremo ha confirmado los 24 años de cárcel que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) impuso a Manel P.S. por el asesinato de su esposa, la doctora Eva Abad, en Terrassa, con lo que califica de "orgía de puñaladas".

En la sentencia, a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE CATALUNYA, del grupo Prensa Ibérica, se rechaza la pretensión del condenado de que se le atenuara la pena impuesta por la circunstancia de estado pasional que se habría desatado cuando la víctima le dijo que lo que ella querría era que se suicidara o se tirara por un puente. El alto tribunal recuerda que en "la violencia de género, por desgracia tan reiterados en nuestra sociedad y sobre los que el Derecho ha de dar una respuesta justa proporcionada, el estado pasional tiene, como en todos los delitos, un espacio excepcional" con requisitos que en este caso no se cumplen.

En este sentido, los magistrados declaran que en caso de que la dijera, "la frase proferida por la víctima, aun pudiendo ser hiriente, no es suficiente para atenuar el desproporcionado desarrollo ulterior de la ejecución de estos hechos, pues aun cuando fuera cierto que la víctima dijera al acusado que lo que quería era que se suicidara, no podría nunca considerarse como un estímulo suficiente para detonar la reacción del acusado, la cual fue, como es obvio, absolutamente desproporcionada".

Tampoco constituyen ningún estímulo suficiente, las circunstancias alegadas por el condenado como son los problemas laborales, el deterioro en la relación o no haber dormido bien la noche anterior. De ahí que el jurado por unanimidad declarara en su día que no se había probado que Manel "sufriera un súbito descontrol emocional y alteración de sus capacidades intelectivas y volitivas que le llevó a apuñalar a Eva. La actitud del acusado cuando se presentó en comisaría inmediatamente después de haber cometido los hechos fue de serenidad y tranquilidad".

"La actitud de autocontrol queda también clara porque el acusado tuvo la entereza suficiente para enviar diversos mensajes de WhatsApp justo después de haber cometido los hechos y antes de comparecer en comisaría", según declaró él mismo.

De ahí que confirme la pena de 24 años de cárcel impuesta por un delito de asesinato con las agravantes de parentesco y discriminación por razón de género y la atenuante de confesión. Durante 34 no podrá acercarse a donde vivan o estudien o trabajen los hijos de quien fue su pareja.

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