Causa criminal

Caso de los niños de Carabanchel: la hipótesis de que alguien les hizo algo cobra fuerza

Vertedero de Toledo en el que se ha encontrado el cuerpo de Fernando

Vertedero de Toledo en el que se ha encontrado el cuerpo de Fernando / Ismael Herrero (EFE)

Desde que desaparecieron los primos, menores de edad, Ángel y Fernando en Carabanchel, los padres de Fernando sospecharon de la expareja de éste. No porque ella hubiera hecho nada sino porque no era la primera vez que el chico se iba a verla, a pesar de que tenía expresamente prohibido viajar hasta Toledo para eso.

El 10 de diciembre ambos estaban con un familiar cuando decidieron ir a un supermercado a por un bocadillo. Nunca se los volvió a ver. Sin embargo las grabaciones de las cámaras de seguridad demostrarían que los chicos habían salido por su propio pie del establecimiento y se habrían desplazado de manera voluntaria hasta Toledo.

Sospechan que fue un homicidio

Aunque todas las líneas de investigación estaban abiertas y a pesar de que se decretara el secreto de sumario por tratarse de la desaparición de dos menores de edad, cuando apareció el cuerpo de Fernando en el vertedero de Toledo y la autopsia preliminar demostró que su muerte había sido por asfixia natural, la idea que más defendió la Policía era la del accidente.

Los agentes consideraban que los primos podrían haber buscado refugio en el interior de un contenedor y allí se habrían asfixiado. Las familias de los chicos siempre han defendido que esa teoría es completamente inverosímil.

Sostienen que no se les habría ocurrido meterse en un cubo de basura para no pasar frio porque hay muchos otros sitios donde se podrían haber quedado, como un cajero o la propia estación. Por eso insisten en que sigan investigando si alguien pudo estar implicado en el suceso. 

Cuando tuvieron lugar los hechos, los investigadores interrogaron tanto a la expareja de Fernando, como a su familia y a la nueva pareja de la chica, pero no encontraron ninguna prueba que demostrara que se habían visto.

No obstante, la Policía Científica ha decidido registrar su domicilio en Toledo en busca de indicios. Tanto la familia como al joven tuvieron que abandonarlo por temor a posibles represalias.

Antonio Fernández, tío de los menores y portavoz de la familia, ha contado en declaraciones recogidas por El Español, que su sobrino Fernando seguía queriendo a su expareja, a pesar de que ambos tenían nuevas parejas y él estaba esperando un hijo. Comenta que “él quería volver con ella, pero la chica se había emparejado con otro”.  “Lo que pasó allí… nada más lo saben ellos”, ha lamentado.

Mientras hay una línea de investigación abierta por si la familia de la expareja estuviera implicada y se ha presentado una solicitud para que se proteja a algunos testigos, la familia de Fernando considera que la respuesta a lo que les pasó a los chicos está relacionada con el homicidio.  

La Asociación Sociedad Gitana, por su lado, denuncia que la información que la familia está recibiendo de los investigadores es "bastante opaca" o nulay se mantiene a la espera para conocer los resultados de los últimos restos encontrados en el Ecoparque de Toledo y que podrían pertenecer a Ángel, el otro menor.

 

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