Causa criminal

Así fue la historia de maltrato que sufrió la ex mujer del parricida de Sueca

Imagen del acusado durante el juicio

Imagen del acusado durante el juicio / Biel Aliño

Tras la celebración del juicio por el conocido ‘parricidio de Sueca’, el jurado popular ha declarado culpable de asesinato a José Antonio A. tras acabar con la vida de su propio hijo, de solo 11 años.  También ha considerado probado que este actuó para ocasionar dolor a su exmujer y madre del niño, María Dolores, y que esta vivió una relación de humillación y maltrato durante el tiempo que estuvo con José Antonio.

Una historia de maltrato

José Antonio y María Dolores se casaron en el año 2004. Ya desde ese momento pero especialmente desde 2014, cuando nació Jordi, José Antonio empezó a manifestar públicamente su desprecio hacia ella. No solo lo hacía cuando se encontraban en casa, sino también delante de familiares y amigos, llamándola “gorda”, “ravalera” o “muerta de hambre”.

De esta manera José Antonio tenía frases hacia María Dolores como: “Tú cállate que no sabes nada” o “no comas más, gorda”. No contento con eso en ocasiones también la comparaba con sus amigas expresándole que ellas eran más atractivas que María Dolores y resaltando algunas partes de sus cuerpos.

El auto dictado durante el juicio recoge, de esta manera, que“la controlaba, llamándole insistente y constantemente por teléfono para ver qué hacía o con quién estaba, e iba a recogerla a la salida del trabajo para que se fuese directamente del trabajo a casa con él, incluso llegando a obligarla a dejar la compañía de sus amigas en las ocasiones en que ésta estaba con ellas, cogiéndola bruscamente por el brazo, zarandeándola o empujándola y obligándola a irse con él”. Asimismo, le decía que sus amigas eran unas “putas” y “perreras” , y que dejase de ir con ellas.

Estas circunstancias fueron, inevitablemente, dañando la autoestima de María Dolores que, de forma paulatina, se fue aislando de todo el mundo hasta caer en una profunda soledad para evitar discutir con José Antonio.

Llegó, incluso, a dejar de participar en los grupos de WhatsApp a los que perteneció, tanto de grupos de amigas, compañeras de trabajo y de padres de alumnos del colegio.

El comienzo de los golpes

En febrero de 2021, cuando María Dolores decidió separarse de su marido y así se lo comunicó, además de continuar con los insultos, menosprecios, y comentarios denigrantes tanto en público como en privado, comenzaron los golpes y malos tratos físicos en la intimidad del domicilio familiar.

Así, el 14 de febrero de 2021, después de que su pareja le dijese que quería poner fin a la relación, la cogió fuertemente por el cuello para amenazarla (hechos por los que ya fue condenado).

El 13 de marzo de 2021, cuando María Dolores le reiteró que quería el divorcio, y que se había enamorado de otro hombre, la volvió a agarrar por el cuello, levantándola unos centímetros del suelo y empujándola contra una pared impidiéndole respirar, soltándola finalmente ante sus súplicas, pero, persiguiéndola y empujándola hasta el dormitorio, la tiró en la cama y la volvió a sujetar con fuerza, y, mientras le quitaba la ropa le puso un cuchillo en el cuello.

La víctima, temiendo por su vida consiguió apaciguarlo, diciéndole que no se iría, arrebatándole el cuchillo y tirándolo lejos. Tras estos hechos, María Dolores cogió a su hijo, algunas pertenencias de ambos, y se marchó con el pequeño a pasar el fin de semana con sus padres, en Cullera.

Como consecuencia de estos últimos hechos, María Dolores, que no quería denunciar a su esposo, sufrió lesiones en el cuello (hematomas y eritemas) pero las ocultaba poniéndose un pañuelo que le tapaba la zona.

La relación entre ambos no era buena y aunque él ya había sido condenado por violencia machista, un fallo de comunicación entre juzgados hizo que José Antonio siguiera teniendo derecho a ver a su hijo. El día de los hechos ella no estaba tranquila con dejar a Jordi con su padre, pero accedió porque éste le aseguró que solo quería pasar un buen rato con el chico porque había sido su cumpleaños. Luego tendría lugar la tragedia.

Lo declaran culpable

Durante el juicio, que se ha celebrado con jurado popular, se ha declarado culpable por unanimidad a José Antonio A. por el asesinato de su hijo, de 11 años, con la intención de causar a la madre del pequeño "el mayor dolor de todos los imaginables". El padre le asestó al menor 27 cuchilladas en su domicilio de la localidad valenciana de Sueca en abril de 2022 dos días después de su cumpleaños. Fue con esta excusa con la que consiguió convencer a su exmujer para que permitiera que el niño y él pasaran la tarde juntos.

Asimismo el jurado popular ha desestimado todas las atenuantes que planteaba la defensa (consumo de alcohol, posible trastorno mental, confesión y reparación del daño) para rebajar la pena. 

Prisión permanente revisable    

Los miembros del tribunal popular también han considerado acreditados el "resto de delitos que se le imputan; el maltrato habitual, las amenazas continuadas, el quebrantamiento de condena y las lesiones psíquicas a la madre. José Antonio A. C. se enfrenta ahora a la mayor pena que contempla el Código Penal, la prisión permanente revisable, al tratarse de un asesinato con ensañamiento y alevosía, y ser la víctima especialmente vulnerable por su edad.

Entre los hechos declarados probados se considera que el asesinato del menor fue el "colofón de su deseo de dominación machista" contra María Dolores, que había mantenido a lo largo de su matrimonio. A la cual "despreciaba y discriminaba por el hecho de ser mujer".

El día de los hechos Jordi, la víctima, mandó un mensaje a su madre pidiéndole que fuera a recogerlo. María Dolores, exmujer del parricida, intentó en varias ocasiones ponerse en contacto telefónico con su hijo, llamándolo a su teléfono móvil, sin obtener respuesta, hasta que, a las 14.14 horas, el parricida permitió que su hijo cogiese el teléfono móvil mientras lo acuchillaba. Su madre solo pudo oír cómo su hijo la llamaba con un grito: "Mamááá". Tras ello se cortó la comunicación.

El jurado determina probado que el día 3 de abril de 2022, entre las 14.14 y las 14.30 horas, en el interior del domicilio, situado en la calle Rafael Hervás de Sueca, el acusado, de 47 años de edad, mató a su hijo Jordi, de once años de edad recién cumplidos, "acuchillándolo repetida y profundamente" con un cuchillo de cocina.

El jurado también declara probado el grave daño psicológico a la madre del menor. Así consideran que al matar a su hijo, el ahora conocido como ‘Parricida de Sueca’ causó a María Dolores “un dolor tan intenso, que padece desde entonces un trastorno adaptativo por duelo, derivado de una reacción depresiva reactiva al fallecimiento de su único hijo.

Como así declararon los forenses que exploraron a la madre, la mujer presenta un «cuadro ansioso depresivo importante consistente en miedo, nerviosismo, llanto, tristeza, ánimo fluctuante, desesperanza, anhedonia ( incapacidad para disfrutar de las cosas agradables de la vida y de experimentar placer), culpabilidad e incluso ideación suicida”.

Teléfono de ayuda a víctimas 

Si te sientes identificada con el relato anterior o conoces a alguien en una situación parecida, el teléfono 016 atiende a todas las víctimas de violencia machista las 24 horas del día y en 52 idiomas diferentes, al igual que el correo 016-online@igualdad.gob.es. También se presta atención mediante WhatsApp a través del número 600000016 y los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10.

Ninguno de los teléfonos deja rastro en las facturas aunque sí es necesario que se compruebe el registro de la llamada desde el móvil (en llamadas recientes). En algunos dispositivos tampoco queda registrada en el buzón de salida.

Atienden a todas aquellas personas que crean que pueden estar sufriendo este tipo de violencia o que necesiten asesoramiento porque no están muy seguras de ello.

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