Su nombre real es Norbert Feher, pero todo el mundo lo conoce como Igor el Ruso. También han llegado a denominarlo como “el hombre de las mil caras” por las artimañas que utilizaba para despistar a la justicia, con disfraces que van desde pelucas hasta trajes militares e incluso distintos nombres.

En realidad Norbert es de origen serbio y fue allí donde comenzó su andadura en el mundo del crimen con sus primeros robos. En 2003 fue condenado por haber violado a una chica pero se fugó de la cárcel y se trasladó de país.

En el año 2005 se llegó a Italia pero allí comenzó a delinquir de nuevo y la policía italiana lo acabó deteniendo por haber cometido varios hurtos. Fue en ese lugar en el que se le empezó a conocer como Igor el Ruso ya que el delincuente había contado a todo el mundo que esos eran su nombre y su país de nacimiento.

Igor cumplió condena por los delitos cometidos en Serbia e Italia y cuando abandonó el centro penitenciario se unió a una banda criminal dedicada a asaltar a ancianos para robarles y secuestrarlos. Fue en 2017 cuando Igor comenzó a cometer delitos de mayor gravedad. Asesinó a un hostelero y a un guardia, por lo que desde ese momento fue uno de los principales objetivos de las fuerzas y cuerpos de seguridad de Italia.

Por eso ese mismo año el criminal se desplazó a España, cruzando la frontera en bicicleta, y se instaló en Teruel, pasando totalmente desapercibido. A finales de ese mismo año intentó asesinar a dos personas y después de eso acabó con la vida de un ganadero de un disparo en el corazón. Cuando trataron de capturarlo los dos agentes que habían sido alertados del suceso, Igor los cosió a tiros por la espalda y también acabo con sus vidas.

Traslado a Huelva

Igor el Ruso acumula condenas de cadena perpetua en el país italiano y la prisión permanente en España. Está considerado, actualmente, como uno de los presos más peligrosos de las cárceles españolas y la semana pasada fue trasladado a la cárcel de Huelva, donde tendrá que seguir cumpliendo condena.

Es la séptima vez que tienen que trasladar de prisión a este reo por tener comportamientos altamente peligrosos hacia el resto de reclusos y trabajadores del centro penitenciario. El delincuente ha pasado por cárceles de Madrid, Palencia, Pontevedra, A Coruña y Zaragoza y en todas enfrentamientos con los funcionarios, en algunas incluso intentando matarlos.

Igor ha sido capaz de fabricar hachas y puñales con vidrios y azulejos y pinchos con huesos extraídos de la comida. En algunas ocasiones ha llegado a verter sobre el suelo agua, aceite o yogures para que cuando los trabajadores entren se resbalen y queden indefensos. 

Igor el Ruso ha llegado a dejar por escrito que tiene la intención de matar a alguno de los funcionarios que lo vigilan en prisión. Ahora los trabajadores de la cárcel de Huelva tendrán que lidiar con este reo.