Sociedad

Una filtración obliga a repetir la Selectividad a los extremeños

  • La Fiscalía investiga si ha habido delito al revelarse varios exámenesl Afectados más de 4.000 alumnos

La Fiscalía de Badajoz decidió incoar diligencias de investigación penal para determinar si ha habido un presunto delito de descubrimiento y revelación de secretos con algunas de las pruebas de la antigua Selectividad desarrolladas en la Universidad de Extremadura (UEx). Varios exámenes de la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) realizados el pasado miércoles se tendrán que repetir el próximo martes debido a catorce "accesos indebidos" a la página web de la UEx que podría haber afectado a la confidencialidad de las pruebas.

El instructor de las diligencias será Julio López Ordiales, como fiscal especialista en delitos informáticos del órgano judicial pacense, y dará cuenta de sus resultados "a la opinión pública en el momento que proceda", según informó la Fiscalía de Badajoz.

El delito de descubrimiento y revelación de secretos está contenido en el artículo 197 y siguientes del Código Penal. De forma paralela, el rector de la UEx, Segundo Píriz, anunció en Cáceres que denunciarán ante la Fiscalía este caso por considerarlo un "posible delito".

Píriz indicó que se sospecha que los accesos se realizaron desde fuera de la universidad y advirtió de que "si alguien está buscando ahí, no es por diversión, algo querría obtener". El rector subrayó que se recibió un correo anónimo avisando el problema y una llamada telefónica, y que también fue detectado por el servicio de informática. Pidió "disculpas" a los estudiantes por lo ocurrido e incidió en que no podían permitir que algunos alumnos jueguen "con ventaja".

Píriz reconoció que repetir los exámenes no ha sido una "decisión sencilla", pero hizo una llamada a la calma y recalcó que están trabajando para preservar los principios de "igualdad, mérito y capacidad". En concreto, 4.185 alumnos deberán hacer un examen y 409 dos, según precisó. Las principales organizaciones españolas de estudiantes criticaron la repetición de las pruebas.

Un caso similar ocurrió en 1992 a cerca de 10.000 alumnos gallegos, quienes tuvieron que pasar por el mismo trance.

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