¿Cada cuánto hay que cambiar las sábanas en invierno?
Hogar
Sevilla/Las sábanas y en general la ropa de cama son parte de nuestra rutina de descanso. Aunque en invierno sudemos menos que en verano, es necesario tener una higiene adecuada en nuestras sábanas para tener un descanso saludable y evitar la acumulación de ácaros, bacterias y alérgenos. Pero, ¿con qué frecuencia deberíamos cambiarlas? Y, ¿por qué es importante cambiar las sábanas con regularidad?
Durante las horas de sueño, nuestro cuerpo desprende células muertas, sudor, aceites naturales y, en algunos casos, restos de maquillaje. Todo esto queda atrapado en las fibras de las sábanas, creando un ambiente propicio para la proliferación de microorganismos como bacterias y ácaros del polvo.
Además, la falta de higiene en la ropa de cama puede traer algunos problemas como pueden ser la acumulación de ácaros del polvo que se alimentan de las células muertas de la piel y pueden provocar alergias, congestión nasal y problemas respiratorios. Otro problema de la falta de higiene en la ropa de cama es la proliferación de bacterias que pueden llegar a provocar a su vez problemas de piel, como acné, irritaciones o infecciones cutáneas, además de malos olores.
Todos estos problemas pueden llegar a causa de una mala higiene de nuestra ropa de cama. Para evitarlos, lo ideal es tener las sábanas y fundas limpias.
¿Cada cuánto cambiar las sábanas en invierno?
Aunque en invierno solemos sudar menos (ya que las bajas temperaturas son más bajas), muchos expertos opinan igual con respecto a que es fundamental mantener una rutina de cambiar la ropa de cama regularmente. Lo más recomendable para cambiar las sábanas depende de varios factores, pero la regla general es hacerlo al menos una vez a la semana.
Según la doctora Lindsay Browning, psicóloga y experta en sueño, debemos cambiar las sábanas una vez a la semana o, como máximo, cada dos semanas, especialmente en invierno, cuando las personas tienden a pensar erróneamente que la ropa de cama se ensucia menos: "Podemos ser un poco más indulgentes en los meses de invierno, pero una vez a la semana sería ideal".
Como ya hemos dicho, la regularidad con la que cambiamos las sábanas depende de varios factores. Por ejemplo, para las personas que sufren de alergias o problemas respiratorios, es recomendable cambiar las sábanas todas las semanas para que no estén tan expuestas a ácaros y alérgenos.
Por otro lado, algunas personas sudan mucho incluso en invierno. En estos casos, es aconsejable cambiar las sábanas más veces.
Si tienes mascotas y dejas que se suban a la cama, cambiar las sábanas al menos una vez a la semana es lo mejor, ya que ellas traen pelo, suciedad y microorganismos del exterior.
¿Cómo lavar las sábanas en invierno?
No basta con cambiar las sábanas con regularidad; también es importante lavarlas adecuadamente para tener una buena higiene. Algunos tips que puedes seguir para tener tu ropa de cama perfecta son:
- Lava las sábanas a una temperatura de 60 °C o más para eliminar bacterias, ácaros y alérgenos. Eso sí, es importante que mires bien las etiquetas de cuidado de las sábanas para asegurarte de que el material soporta esta temperatura.
- Usa un detergente suave, preferiblemente hipoalergénico, para evitar irritaciones en la piel.
- Si puedes, seca las sábanas al aire libre y al sol. La luz solar tiene propiedades antibacterianas naturales que ayudan a mantener la frescura.
- Plancha las sábanas. Esto no solo las deja sin una arruga y perfectas para su uso, sino que también elimina microorganismos restantes gracias al calor.
Además de las sábanas, hay otras cosas que también necesitan limpieza regular y que no puedes olivar para tener una buena higiene. Por ejemplo, las fundas de almohada. Las fundas de almohada acumulan aceites del cuero cabelludo, sudor y células muertas. Es aconsejable lavarlas con la misma frecuencia que las sábanas, es decir, semanalmente, o incluso cada tres días.
En invierno, no debemos olvidar los edredones y mantas, que también deben lavarse, aunque con menor frecuencia. Lavarlos una vez al mes o cada dos meses es suficiente, dependiendo del uso que le des y si usas una funda protectora.
Por último, pero no menos importante, el colchón. Debes aspirar tu colchón al menos una vez al mes para eliminar polvo y ácaros. Además, lo ideal es que uses un protector de colchón que puedas lavar normalmente.
También te puede interesar
Lo último