La importancia de la testosterona en el cáncer de próstata
Enfermedad masculina
Tener niveles de testosterona óptimos disminuyen las probabilidades de desarrollar cáncer prostático
Alrededor del 60 % de este cáncer masculino se diagnostica en pacientes mayores de 65 años
Aunque España se posiciona como uno de los países con la población más longeva, la esperanza de vida de los hombres sigue siendo inferior a la de las mujeres. Las causas exactas no están claras, pero el consumo de alcohol y tabaco y el estilo de vida parecen ser algunos de los factores que justifican esta situación. De hecho, según las encuestas del Instituto Nacional de Estadística (INE) el consumo de alcohol y tabaco es muy superior entre la población masculina lo que conlleva a enfermedades relacionadas. A todo ello se suma que todavía muchos hombres sienten cierta reticencia a discutir abiertamente sobre temas relacionados con su salud física o mental, lo que provoca que no se sometan periódicamente a pruebas médicas para detectar precozmente enfermedades.
Varios estudios muestran que todavía una gran parte de la población masculina no habla abiertamente sobre sus problemas de salud, ni siquiera con el personal sanitario. Los factores culturales, sociales y personales hacen que muchos relacionen los problemas de salud mental y física con vulnerabilidad o falta de masculinidad. El problema surge con enfermedades graves como el cáncer de próstata, donde la prevención y los chequeos recurrentes son un recurso clave en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.
Actualmente, este es el tumor más frecuente en hombres en España y la tercera causa de muerte en varones, tal y como indican los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). De hecho, la entidad estima que el cáncer de próstata será diagnosticado en uno de cada ocho hombres españoles.
Por ese motivo, con el objetivo de eliminar estigmas y crear concienciación social, hablamos con el Doctor Francisco Gómez León, andrólogo, especialista en medicina sexual masculina.
Así, lo primero que destaca el experto es que diversos estudios científicos han revelado que tener niveles bajos de testosterona puede predisponer o facilitar el desarrollo de cáncer de próstata. Asimismo, señala, "se ha evidenciado que el tratamiento de reemplazo de testosterona no produce cáncer prostático".
El Doctor Gómez León incide en que "un nivel óptimo de testosterona como preventivo para el desarrollo del cáncer de próstata y tener niveles bajos de testosterona, que por lo general se produce a partir de los 50 años, está relacionado en este caso con el desarrollo de cáncer prostático".
Y es que, efectivamente, el riesgo de cáncer de próstata aumenta con la edad sobre todo a partir de la cincuentena. Se ha evidenciado, además, que alrededor del 60 % de este cáncer masculino se diagnostica en pacientes mayores de 65 años.
Circunstancias favorables para el cáncer de próstata
Hay factores que aumentan la probabilidad de desarrollar cáncer de próstata como son la edad, ya mencionada, y la etnia. En las personas de color predispone esta enfermedad más que en otras; asimismo, el cáncer de próstata se produce con mayor frecuencia en América del Norte y el norte de Europa. Y, otro punto importante, enfatiza el andrólogo, "son los antecedentes familiares, ya que se ha visto un tipo de cáncer de próstata hereditario denominado cáncer de próstata familiar que representa aproximadamente el 20 % de todos los cánceres de próstata".
También se ha observado que la obesidad está asociada con muchos tipos de cánceres, incluyendo el prostático, por lo que el experto recomienda el control de peso y una dieta saludable para evitar el sobrepeso.
El cáncer de próstata, en su estadio inicial, no provoca ningún signo alarmante ni síntoma. En cambio, cuando está más avanzado, aclara el doctor, "puede ocasionar dificultad para orinar, disminución de la fuerza del flujo de orina, eyaculación con sangre, sangre en la orina. molestias inespecíficas de huesos, pérdida de peso sin intentarlo e, incluso, disfunción eréctil".
Tratamiento
Como se explicó anteriormente, hay que estar muy atentos al cáncer de próstata familiar, que representa el 20 % de todos los cánceres de próstata, y que se hereda de generación en generación. También puede sobrevenir mutaciones o cambios genéticos que pueden exponer al paciente a un mayor riesgo de desarrollar esta tipología cancerígena.
En cualquier caso, teniendo siempre controlada la parte genética, el consenso sobre el inicio de realizar pruebas en los pacientes de manera preventiva es de 45 años en la población general y, a los 40 años, si se tienen antecedentes. Según el Doctor Gómez León, "se comienza con una prueba en sangre llamada antígeno prostático específico que es la que nos dará la información básica sobre el tamaño de la próstata y, dependiendo de si presenta alteraciones en los niveles o no, ya se procederá a realizar otras pruebas más específicas como pueden ser resonancia magnética, ecografía y/o biopsia".
El tratamiento de cáncer de próstata, por otra parte, dependerá de la extensión y el estadio que presente. Puede abordarse con enfoque farmacológico, radioterapia, quimioterapia o tratamiento quirúrgico.
Al margen de esas prescripciones, explica el doctor, "hay evidencia de que ciertas terapias complementarias pueden ayudar a las personas con cáncer de próstata a mejorar su calidad de vida. Podemos mencionar el yoga, la terapia musical y artística, la meditación, masajes, la actividad física, la nutrición, el Tai Chi...".
Prevención
El cáncer de próstata como tal no se puede prevenir de una manera certera, pero sí existen factores de riesgo que se pueden controlar. Por ejemplo, argumenta el Doctor Francisco Gómez León, "evitar el sobrepeso y la obesidad además de tener una alimentación con un alto contenido de productos lácteos ricos en calcio son medidas preventivas que pueden disminuir la incidencia de dicho cáncer”.
Además, prosigue, "se recomienda seguir un patrón de alimentación saludable con frutas y verduras, granos integrales y evitar en la medida de lo posible el consumo de carnes rojas y procesadas, bebidas edulcoradas y alimentos altamente procesados". También se ha observado que "el consumo de vitamina E y selenio puede tener un efecto protector en el desarrollo de cáncer de próstata, aunque no hay una evidencia científica de peso que demuestre dicha afirmación”. Incluso, "algunas investigaciones iniciales también sugieren beneficios de la proteína de la soja en la reducción del cáncer de próstata”.
El consumo de suplementos, por otra parte, "puede presentar tanto riesgos como beneficios, así que antes de tomar cualquier vitamina o suplemento se debe consultar con el especialista".
Hay medicamentos, asimismo, "que ayudan a disminuir la incidencia, como es el uso de los inhibidores de la 5-alfa-reductasa cuyos nombres conocidos son dutasteride y finasteride, ya que bloquean la producción de la dihidrotestosterona por parte de esta enzima tratando la hiperplasia benigna de la próstata que es un crecimiento no canceroso", explica el andrólogo.
Apoyo indispensable
Tras el diagnóstico del cáncer de próstata, concluye el Doctor Francisco Gómez León, "el soporte emocional por parte de la familia y amigos será muy importante y, sin duda, mejorará incluso la tolerancia del paciente a los tratamientos que se puedan realizar". También se ha de tomar en cuenta "que la función sexual del paciente puede verse afectada con esta enfermedad, por lo que visitar un especialista en andrología será importante para controlar el desarrollo de estas situaciones clínicas que merman incluso el deseo sexual o la función sexual como tal".
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