Mientras que en España Sanidad urge a vacunar a los mayores de 80 años antes que a sanitarios con menor riesgo, y siguiendo la estrategia de vacunación casi unánime en el mundo de priorizar a la gente mayor, en algún lugar del mundo profesores y virólogos han recomendado implementar un protocolo de vacunación diametralmente opuesto. Es el caso de Indonesia, según recoge la BBC donde en lugar de vacunar a las personas mayores en la primera fase de aplicación, las primeras dosis son para los trabajadores de entre 18 y 59 años (sanitarios aparte).

¿En qué se basan los argumentos para cambiar de estrategia respecto a la mayoría de la población mundial? Estamos ante el país más afectado del sudeste asiático por el virus con cerca de 630.000 casos y más de 19.000 fallecimientos por Covid-19. Su razonamiento se sustenta en que, a pesar de que está demostrado que el virus ataca con mayor virulencia a las personas mayores, lo primero que hay que conseguir es inmunizar a los trabajadores  y aquellos que más salen de casa para luego no contagiarlo en el entorno familiar.

Así hasta conseguir la inmunidad de grupo. Su teoría marca que cuando la población más activa y más expuesta a los intercambios esté inmunizada, se creará una barrera que protegerá a los otros grupos, incluidos esas personas mayores que deberían esperar en sus casas para estar más protegidos. El personal en primera línea como médicos, paramédicos, policías y militares también son prioritarios para la campaña de vacunación, siguiendo esta estrategia.

El otro argumento que ha sido evocado es que es muy posible que la vacuna no funcione muy bien entre las personas de edad y que la cantidad de dosis que esperan recibir en el país asiático (más de 350 millones de dosis) se ajusta los cerca de 270 millones de habitantes que se enmarcan en el margen de población entre 18 y 59 años.

Exposición y transmisión del virus

¿Y en España? En nuestro país, una vez que todos los usuarios de residencias, los trabajadores de las mismas, los sanitarios que luchan en primera línea contra la pandemia y los grandes dependientes no institucionalizados hayan completado su inmunización, serán los ciudadanos de más de 80 años que vivan fuera de centros de mayores quienes reciban la vacuna.

Si en Indonesia se prioriza la movilidad de las personas y por tanto, a las personas en edad laboral o estudiantil, en España el principal temor se encuentra en la saturación de los hospitales y el riesgo de muerte. Por ello, incluso se ha modificado el plan de vacunación y se le ha dado más prioridad aún a las personas de más edad, incluso ante el personal sanitario y sociosanitario que no esté en primera línea asistencial y tenga menor riesgo de infección. Ese grupo de población de más edad son 2.851.054 personas, el 6% de la población, aunque una parte, ya se ha vacunado en las residencias.