Un noble que sólo poseyó dos años el título de duque

Muere, a los 54 años, Marco Von Hohenlohe, XIX duque de Medinaceli. Su hija Victoria será quien ostente uno de los ducados más importantes.

Un noble que sólo poseyó dos años el título de duque
Diego J. Geniz

19 de agosto 2016 - 12:32

Marco Von Hohenlohe, XIX duque de Medinaceli, murió ayer en Sevilla a la edad de 54 años. El aristócrata residía en la Casa de Pilatos, donde ayer se celebró una misa córpore insepulto a la que asistieron familiares y conocidos del fallecido. Las exequias tendrán lugar hoy, en la más estricta intimidad, en Marbella, ciudad con la que está muy vinculada la familia del padre.

El duque de Medinaceli ha sido uno de los aristócratas que menos tiempo ha disfrutado del título nobiliario. Lo ostentaba desde septiembre de 2014, trece meses después de que muriera la anterior duquesa, su abuela Victoria Eugenia Fernández de Córdoba, a la que todos conocían como Mimi Medinaceli. Marco de Hohenlohe era hijo de la condesa de Ofalia, Ana Medina y Fernández de Córdoba, primogénita de Mimi, que murió en marzo de 2012. La boda de su madre con el Príncipe Maximiliano Von Hohenlohe-Langenburg propició la entrada de este linaje alemán en el ducado, que continuará con su hija Victoria.

Tras una reforma de 2006, aprobada durante el primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, la preferencia para ostentar un título la tiene el primogénito, con independencia de que sea varón o mujer. Al fallecer su madre antes que su abuela, quien más derecho tenía a solicitar el ducado era él, para lo que esperó hasta diez meses "de respeto" con el fin de iniciar los correspondientes trámites.

Ahora este título lo ostentará su hija mayor, Victoria de Hohenlohe, fruto del matrimonio -en junio de 1996- con la alemana Sandra Schmidt-Polex, con la que tuvo otro hijo más, Alexander, y de la que estaba divorciado. Su sucesora, que ha pasado buena parte de su infancia y adolescencia en el país germánico, tiene ya la mayoría de edad. De aquí a un año -si mantiene el periodo de respeto tradicional en la aristocracia- se convertirá en la cabeza visible de uno de los ducados más importantes de España, que se sumará al título de condesa de Ofilia que ya posee.

La vida de Marco de Hohenlohe dio un vuelco en septiembre de 1996, meses después de su matrimonio, cuando sufrió un accidente de tráfico cuyas secuelas le dejaron mermado físicamente, circunstancia que, según el comunicado enviado ayer por la Fundación Medinaceli, "sobrellevó con resignación, dignidad y buen humor". En una entrevista concedida hace dos años a El Mundo recordaba que el accidente se produjo cuando una amiga -Nina, la esposa de Philippe Junot (ex marido de Carolina de Mónaco)- empezó a gastarle bromas desde otro vehículo, lo que provocó una distracción fatal que le llevó a estrellarse contra la mediana. "Aquello me puso al borde de la muerte, pero Nina nunca llamó para interesarse por mí", refería en esa entrevista.

Desde la muerte de su madre, en marzo de 2012, residió en la Casa de Pilatos, propiedad del ducado. Allí acompañó a su abuela hasta que falleció. Se le veía muchas mañanas desayunando en la Alfalfa, en el bar Diego. En su cuenta de Facebook colgaba fotos con camareros del negocio. También estuvo vinculado con las hermandades radicadas en el cercano templo de San Esteban. "Cuando accedió al título se presentó en la casa hermandad para ayudar como auxiliar en la bolsa de caridad", menciona Antonio Burgos, hermano mayor de San Esteban, cofradía con la que siempre tuvo estrechos lazos de unión su abuela Mimi, quien era muy devota del Señor de la Salud y Buen Viaje.

Durante estos años, como patrono de la Fundación Ducal de Medinaceli, se dedicó a informatizar documentos del extenso archivo histórico que posee esta saga nobiliaria, la más antigua de España, según los expertos. No es para menos, pues los Medinaceli descienden del primogénito de Alfonso X El Sabio y de sus nietos, los Infantes de la Cerda, de ahí que ostenten el privilegio de denominarse Real y Ducal Casa, por ser legítimos herederos a la corona española. Tal posibilidad la descartó el propio Marco de Hohenlohe, aristócrata que -siguiendo los pasos de su abuela- ha llevado una vida discreta y alejada de los círculos sociales: "La posibilidad de aspirar al trono español es sólo una anécdota, ya que mi familia se mantiene leal, desde hace siglos, a la Corona". Felipe VI, con quien entabló amistad en la juventud, fue el que firmó su acceso al título.

Al margen se encuentra la Fundación Medinaceli, presidida por su tío Ignacio Medina, duque de Segorbe y único hijo que le quedaba a Mimi antes de morir. Esta entidad es la que gestiona la Casa de Pilatos, uno de los palacios de enorme valor patrimonial, donde -siguiendo el modelo del Alcázar- se mezcla el mudéjar con el renacimiento. La Casa Ducal de Medinaceli opta a que sea declarado, por la Unesco, Patrimonio de la Humanidad.

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