Ante un juez o ante una figura de autoridad religiosa. En una celebración multitudinaria o en la intimidad. Con un festín ostentoso o con una comida moderada en un bar de toda la vida. Las maneras de celebrar una boda son prácticamente infinitas, y personas de todo el mundo consideran que es el momento cumbre de la vida de una persona: el momento en el que oficializa su amor con su compañero emocional ante la atenta mirada de sus seres queridos.

Compartir anillos significa mucho más que un complemento en común. Significa compromiso, amor incondicional, respeto, apoyo y un sinfín de emociones mutuas que marcan la vida de los dos cónyuges desde el momento de la boda hasta el fin de sus días, a no ser que haya un divorcio, claro está.

Ahora bien, una celebración tan característica y variada según el entorno sociocultural en el que se produzca no solo depende del amor que se tengan las dos personas que se unen en matrimonio. También depende del contexto económico, político, o incluso sanitario.

Por ello, varios eventos a lo largo de la historia han provocado disminuciones considerables en las tasas mundiales de celebraciones de matrimonio. Por ejemplo, la crisis económica mundial de 2008 disminuyó considerablemente las bodas en todo el mundo, que en los cinco años anteriores a dicha crisis se ubicaba en una media anual de 208.000 bodas.

No obstante, no fue esta la última problemática que frenó los matrimonios en todo el mundo. Como todos sabemos, desde el 2020 una patología contagiosa irrumpió en nuestras vidas, convirtiendo los abrazos en distancias y las sonrisas en mascarillas. Incluso tuvimos que pasar meses sin pisar la calle para evitar que más personas murieran o sufrieran de los síntomas del Coronavirus.

Evidentemente, esta pandemia ha afectado críticamente la media de bodas en todo el mundo, de manera más intensa que la segunda crisis del petróleo, la devaluación de la peseta y la crisis económica mundial de 2008.

De hecho, incluso sin contar el 2020 que se vio tan marcado por restricciones y medidas preventivas, en los últimos años ha caído en aproximadamente un 46% la media mundial anual de matrimonios.

En definitiva, el Covid-19 ha sido crítico para las muestras de compromiso entre enamorados. Sin embargo, se han de tener en cuenta ciertos factores sociales también, ya que en los últimos años la evolución y modernización de ciertos conceptos sociales y emocionales han significado también que la juventud prefiera optar más por un amor menos comprometido.