La legalización del hachís, un derivado del cannabis, varía mucho de un país a otro. A nivel global, el debate sobre la legalización del cannabis, incluido el hachís, ha ido ganando terreno, con algunos países adoptando políticas más permisivas tanto para el uso medicinal como recreativo del cannabis.

En Canadá, la legalización del cannabis en 2018 marcó un hito, permitiendo el uso recreativo y terapéutico bajo un marco legal bastante flexible. Los ciudadanos canadienses pueden poseer hasta 30 gramos de cannabis para uso personal y cultivar hasta 4 plantas por hogar. Las restricciones varían ligeramente entre provincias en términos de edad mínima legal y métodos de adquisición.

Georgia, por su parte, destaca por haber legalizado el consumo de cannabis para fines recreativos y terapéuticos en 2018, convirtiéndose en uno de los primeros países en adoptar esta postura. A pesar de esta liberalización, el cultivo y la venta a gran escala siguen siendo ilegales, con algunas pequeñas operaciones de producción que existen en un limbo legal.

Malta se convirtió en el primer país de la Unión Europea en legalizar el uso recreativo del cannabis en diciembre de 2021. La ley permite la posesión de hasta 7 gramos de cannabis y el cultivo de hasta 4 plantas por persona para consumo personal. Sin embargo, la venta sigue prohibida, y el consumo en público y en lugares públicos está restringido.

En México, la Corte Suprema legalizó el uso recreativo de la marihuana en 2021, permitiendo la posesión, el consumo y el cultivo de cannabis, así como su uso terapéutico. Aunque la posesión de hasta 5 gramos de cannabis no era delito desde 2009, la decisión del tribunal ha ampliado significativamente el mercado legal para el cannabis en el país.

Es importante mencionar que, aunque estos países han adoptado políticas más liberales respecto al cannabis, las regulaciones específicas, especialmente en cuanto al hachís, pueden variar. Por ejemplo, la legalidad del hachís como producto específico del cannabis depende de las leyes de cada país relacionadas con el cannabis en general. En países donde el cannabis es legal para uso recreativo o medicinal, es probable que el hachís también lo sea, pero siempre dentro de los límites establecidos por la legislación nacional.

A nivel mundial, más de 40 países han legalizado el cannabis para uso medicinal, y este paso a menudo precede a la legalización del consumo recreativo. La tendencia global parece inclinarse hacia una mayor aceptación y regulación del cannabis y sus derivados, incluido el hachís, aunque con un enfoque cauteloso y regulado para equilibrar los beneficios médicos y terapéuticos con las preocupaciones sobre el abuso y la seguridad pública.