¿Por qué los hombres dejaron de usar tacones y falda?

Hace un tiempo, los tacones y vestidos que hoy en día asociamos más a las mujeres que a los hombres, eran símbolos de ellos también, e incluso más que de ellas, entonces ¿por qué los hombres dejaron de utilizar estas prendas?

Los orígenes de estas prendas no tienen tanto que ver con la moda, y mucho menos de las mujeres. El origen tenía que ver con la guerra. En el siglo X, en Persia, los jinetes necesitaban un zapato que se adhiera a los estribos del caballo, y es aquí cuando nacen los tacones.

Según explica Elizabeth Semmeljhack, directora creativa del Bata Shoe Museum, “cuando los soldados se aferraban a sus estribos, el tacón ayudaba a sujetarse al caballo, y de esta manera podían disparar sus flechas con más precisión”. Poco a poco, se dejaron de utilizar solamente para cabalgar, y se empezaron también a vestir en el día a día como símbolo de riqueza, estatus social y poder.

De hecho, representaban tanto un estatus social alto que en 1670 se estableció un decreto que dictaba que solamente la nobleza podía utilizar zapatos de tacón.

Los tacones simbolizaban un estatus social alto, poder militar y un gusto refinado por la moda en los hombres durante el siglo XVIII. Así se puede apreciar en innumerables pinturas que muestran las vestimentas de los reyes y nobles en lujosas faldas muy adornadas y tacones altos.

Un ejemplo de esto es la pintura de Hyacinthe Rigaud, quien retrató al rey francés Luis XIV luciendo falda y tacones rojos. Las faldas también eran muy habituales verlas en los hombres, en la época de los egipcios, griegos, romanos y aztecas, que solían llevar faldas o túnicas, al ser más cómodas y fáciles de fabricar.

Es aproximadamente en el siglo XIV cuando se empieza atisbar una diferencia en las vestimentas de los hombres y de las mujeres. Según explica el profesor Giorgio Riello, “esta diversificación llevó a la moda a convertirse en un instrumento de rivalidad social dentro de una sociedad fuertemente jerarquizada”. Además de las faldas y los tacones, también era muy común ver a los hombres maquillados, ya que esto también representaba tener un estatus social alto.

Aún así, los hombres no dejaron de utilizar vestidos o tacones todavía. El fin de los tacones para los hombres se dio en 1789 cuando la Revolución Francesa triunfó. Esto se debe a que este calzado se relacionaba con la nobleza y con la aristocracia, y la Revolución Francesa buscaba acabar con la aristocracia y todo lo que tuviera que ver con ella, como sus costumbres.

Poco a poco, la diversificación de la que hablábamos se fue ampliando y estas costumbres se fueron perdiendo. En el siglo XIX el pantalón se identificaba totalmente como una prenda masculina. Aun así, todavía podemos ver cómo ciertas cosas no se han perdido, como el tacón, cuyos orígenes están presentes por ejemplo en las botas que utilizan los vaqueros, que siguen teniendo un poco de tacón para poder ajustarse a los estribos del caballo.