El reloj biológico maternal suena con plenitud entre los 30 y 40 años

El reloj biológico de la maternidad suena con plenitud entre los 30 y los 40 años, cuando ocho de cada diez españolas se plantean seriamente quedar embarazadas. Para la mitad, el deseo maternal se asoma ya antes de los 25 años, aunque ese reloj va ajustando su horario y calendario según las circunstancias personales, laborales y sociales. De hecho, un tercio de las mujeres cree que "aún hay tiempo" por encima de los 45 años, una edad considerada "no idónea" por la experta en fertilidad de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) Victoria Verdú.

Al comentar esos datos del Estudio Clearblue El reloj biológico de la mujer, Verdú alerta de que "el cuerpo no funciona lo mismo y hay que ser conscientes de la sobrecarga y las dificultades" de las gestaciones tardías. Y aunque es cierto que se consiguen embarazos por reproducción asistida con 48-49 años, ello se debe a que se utilizan "óvulos donados por mujeres más jóvenes", lo que incrementa unas posibilidades de embarazo que a esa edad serían mínimas por la baja cantidad y calidad de los óvulos.

"La esperanza de vida ha aumentado mucho, pero no la capacidad reproductiva, que es similar a la de hace 100 años", remacha la también coordinadora de Ginecología de Ginefiv, quien identifica el "factor edad" como "espada de Damocles al tener un hijo". Si a los 20-25 años, precisa, la posibilidad de embarazo a lo largo del ciclo ronda el 25%, la progresiva pérdida de calidad de los óvulos reduce ese porcentaje al 17% a los 35 años y a apenas el 2-3% a los 45, edad en la que, además, aumentan tanto el riesgo de aborto como las posibles complicaciones en la gestación.

Planteada la cuestión al revés, sobre la edad mínima más adecuada para procrear, casi un 87% de españolas considera que una mujer es "demasiado joven" para quedar embarazada si lo hace con menos de 25 años (el 72% señala los 19-25 y el 14,6% menos de 18). La posibilidad de una gestación antes de los 18 es más aceptada en Andalucía que en regiones como Madrid, Cataluña, la Comunidad Valenciana o Galicia, cuyos datos fueron analizados más a fondo en el estudio, en el que fueron entrevistadas 1.500 mujeres de 20-50 años

PAREJA Y ENTORNO

Tanto la investigación realizada por ASAP como los testimonios femeninos recabados coinciden en que el embarazo y la maternidad son cosa de dos, "debe ser una decisión consensuada", "él estaba mucho más emocionado que yo" y en que la situación laboral y económica condiciona pero no determina la decisión, porque "si quieres un hijo, lo sacas adelante". Desde luego, la pareja es un elemento clave. Y desde diversos ángulos, empezando por el hecho en sí de tenerla o no: el 9,5% no la tenía de forma estable cuando sintió el impulso maternal, y el 8,2% reconoce que "el deseo de quedar embarazada le influyó para buscarla". Llegado el momento, apunta el director del estudio Miguel García Cesto, la comunicación es fundamental. Y aunque suele ser la mujer quien da el primer paso (el 67,3% trasmitió de inmediato su deseo de ser madre), no falta un reloj biológico masculino que llevó al 22,6% de hombres a pedir un hijo a su pareja. En esta tesitura, la respuesta femenina fue ampliamente positiva (dos tercios, frente a un tercio que pidió esperar un poco y un mínimo 1,4% de negativa). Y lo mismo sucede cuando es ella quien lo propone: al 72% de hombres le pareció bien, y solo un 23% pidió algo de tiempo, mientras el 'no' se hacía algo más visible y rondaba el 5%. Un 29,3% admite que "tardó un poco" en compartir su deseo maternal con su pareja. Un capítulo en el que las más 'lentas' fueron las andaluzas, pero no por albergar dudas (el 10% de las encuestadas las tenía) sobre la conveniencia de contarlo, ya que fueron las más seguras de la buena reacción de su pareja. Y así sucedió. En cuanto al 22,6% de hombres que propusieron el embarazo, también destacó la respuesta positiva de las andaluzas.

El estudio aclara además cómo puede influir el entorno. Por una parte, un 23% (sobre todo jóvenes y con menos recursos) reconoce haber recibido "consejos tendentes a retrasar el embarazo". Pero, por otra, la situación "justa" en lo económico (el 13,3% tenía problemas para llegar a fin de mes, y el 38,6% lo hacía, pero sin poder ahorrar) no impidió que el 52% decidiera su primer embarazo. Y otro tanto en el aspecto laboral, donde no pasaban del 36% las asalariadas con contrato fijo. En cuanto a la reacción de los jefes al saberlo, fue mayoritariamente neutral (55,7%), y más positiva (el 25,9% ayudó) que negativa (el 18,4% perjudicó). Los más comprensivos fueron los jefes andaluces.