El secretario de Benedicto XVI critica las pugnas en el Vaticano

En unas memorias asegura que fue apartado por el papa actual y desalojado de sus aposentos

El arzobispo Georg Ganswein besa el féretro del Papa emérito Benedicto XVI.
El arzobispo Georg Ganswein besa el féretro del Papa emérito Benedicto XVI. / Massimo Percossi / Efe
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06 de enero 2023 - 20:51

Ciudad del vaticano/El secretario del difunto papa emérito Benedicto XVI, Georg Gänswein, considera que "el problema" en el Vaticano son las "hinchadas" que pugnan por el poder, en un libro en el que también reprocha algunas decisiones de Francisco, frecuente centro de ataques de las corrientes más conservadoras. El monseñor alemán publicará unas espinosas memorias de título esclarecedor: Nient'altro che la verità (Nada más que la verdad), para arrojar luz sobre "las calumnias y oscuras maniobras" que trataron "en vano" de ensombrecer el legado del pontífice.

Gänswein, que encabezó las exequias de Ratzinger recibiendo el pésame casi como un hijo, confirma y lamenta en sus páginas la existencia de estas supuestas corrientes (emplea curiosamente el término italiano tifoserie, como las hinchadas del fútbol). "En efecto, creo que el análisis más correcto deba indicar como problema, no tanto la coexistencia de dos Papas, uno reinante y otro emérito, sino el nacimiento y desarrollo de dos hinchadas, ya que con el paso del tiempo (Ratzinger) se dio cuenta cada vez más de que efectivamente eran dos visiones de la Iglesia".

Y agrega: "Estas dos hinchadas -cada una fundada en afirmaciones, gestos o impresiones sobre la actitud de Francisco y Benedicto, por otro lado a menudo con invenciones del todo gratuitas- han creado esa tensión que después reverberó sobre quienes no eran suficientemente conscientes de las dinámicas eclesiásticas". En cualquier caso, asegura que Benedicto XVI "nunca" cuestionó al papa argentino, que a su vez consideraba a su predecesor alemán "un abuelo sabio", lo respetaba.

"Obviamente es evidente la diferencia en el modo de comportarse y en el juicio teológico con el que ambos Papas han respectivamente afrontado los problemas emergidos durante sus pontificados. Pero Benedicto, aunque alguno intentó provocarlo, nunca planteó explicaciones sobre la estrategia de Francisco", opina.

El monseñor, que ha aparecido hasta en las portadas de revistas de moda, es desde 2012 prefecto de la Casa Pontifica, encargado de la agenda de los pontífices, pero asegura que la llegada de Francisco un año después supuso a la postre una especie de caída en desgracia y recuerda que Bergoglio pidió que no apareciera a su lado en las audiencias, lo que en 2020 suscitó un gran revuelo mediático, y que le encargó cuidar del papa emérito: "De ahora en adelante quédese en casa, acompañe a Benedicto, que lo necesita, y hágale de escudo", asegura que le encargó. "Usted sigue siendo prefecto pero desde mañana no regrese al trabajo", recuerda haber escuchado de Francisco.

"Me quedé sorprendido, sin palabras (...) Regresé al monasterio y, durante el almuerzo, se lo conté a las Memores (laicas que cuidaban del papa emérito) y a Benedicto, que comentó, entre serio y chistoso, en modo irónico: 'Parece que el Papa Francisco no se fíe más de mi y quiera que haga de guardia", escribe. El secretario de Ratzinger se considera un "prefecto apartado", lamenta que Francisco le despojara del apartamento que habitaba en el Palacio Apostólico.

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