Para ver el vaso medio lleno

25 de marzo 2010 - 01:00

En el año 1998, el famoso psicólogo norteamericano Martín E. P. Seligman inauguraba su cargo como presidente de la Asociación Americana de Psicología (APA) con un discurso en el que reparaba en el escaso interés que la psicología ha concedido al estudio de los aspectos positivos del ser humano. Centrada como había estado en reparar las heridas, había olvidado aquello quede bueno y valioso hay en los seres humanos. Este discurso marca el comienzo de una nueva corriente dentro de la psicología que toma el nombre de Psicología Positiva, y viene a equilibrar una balanza descompensada durante años hacia el lado negativo del ser humano.

La psicología positiva busca comprender, a través de la investigación científica, los procesos que subyacen a las fortalezas y emociones positivas del ser humano, y nos recuerda que el estudio de la salud, el bienestar y la felicidad es tan importante, serio y científico como el de la enfermedad, la disfunción y el malestar. Según Seligman, la perspectiva reduccionista ha convertido a la Psicología en una ciencia de la victimología pues de forma histórica, la psicología ha concebido al ser humano como un sujeto pasivo,que reacciona ante los estímulos del ambiente. El foco dela psicología aplicada se ha centrado en curar el sufrimiento de los individuos y ha habido una explosión en la investigación de los trastornos mentales y los efectos negativos de estímulos estresores.

Desde la publicación en el año 2000 del monográfico sobre psicología positiva en la revista American Psychologist, que supone la presentación oficial del movimiento positivo, el interés por este campo ha ido en constante aumento. Pero dada su novedad, aún son muchas las dudas, curiosidades y preguntas que surgen en torno a ella. Este libro tiene como objetivo ofrecer una visión global de esta nueva forma de entender la psicología, permitiendo al lector aproximarse al estudio científico de los aspectos positivos del ser humano. A menudo, cuando se hace referencia al término de psicología positiva se tiende a interpretar como alguna nueva corriente de filosofía espiritual o un nuevo método milagroso de autoayuda de los tantos que saturan el mercado. La psicología positiva, no es sino una rama de la psicología, que, con la misma rigurosidad científica que ésta, focaliza su atención en un campo de investigación e interés distinto al adoptado tradicionalmente.

Beatriz Vera Poseck Ediciones Calamar Madrid, 2008. 200 páginas. 14,50 euros.

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