Los Dulces de Conventos, una tradición perenne

Los dulces conventuales se han convertido en una herencia y tradición cultural invaluable y perdurable

Las monjas elaboran dulces delicio sos y exquisitos para la degustación del público / Javier Flores

22 de diciembre 2025 - 06:00

Uno no de los elementos que no puede faltar nunca en una comida o cena de navidad son los postres navideños. Cuando se realizan estas reuniones con la familia o los amigos, una buena forma de endulzar la tarde es degustar los dulces que elaboran y reparten las monjas en sus respectivos conventos. En Sevilla, la adquisición de estos dulces por parte de los vecinos se ha convertido en una tradición, que ya lleva muchos años de historia. Son muchas las personas que se acercan a los conventos más cercanos de sus hogares para comprar los productos que han realizado las monjas cada semana con el fin de consumirlos en estas fechas tan señaladas.

Los dulces que elaboran las monjas, aparte de ser una tradición sevillana, se han convertido en una herencia cultural que ha transcurrido con los pasos de los años. Por lo que, esto ha hecho que se produzcan una serie de beneficios en favor de los conventos sevillanos. En primer lugar, las monjas reciben en Navidad muchas visitas por parte de sus vecinos. Este argumento es muy importante, ya que la mayoría de los conventos en Sevilla son de clausura, y esto hace que se promueva la interacción entre los ciudadanos y las monjas. En la mayoría de los casos, las monjas se encuentran solas y no tienen mucha compañía, por lo que es bueno hablar con ellas y saber lo que hacen en su vida cotidiana.

Además, en estos lugares se combina la doctrina de la fe con la tradición cultural, con la finalidad de resaltar la belleza y la historia de los conventos. Es por ello que muchos de ellos organizan visitas guiadas para conocer el hogar de las monjas, y el patrimonio artístico que se encuentra en su interior. En segundo lugar, las monjas realizan con cariño y con gusto una gran variedad de postres caseros para que las personas que las visiten puedan observar los distintos productos que se están vendiendo y así poder llevarse todos los que quieran y deseen. Esto va a ser un motivo fundamental, ya que los conventos sacan muchos beneficios económicos de estas ventas. Por lo que, toda esta financiación que se saca va destinado a sustentar las bases de las órdenes religiosas.

Dulces de covento

Las monjas elaboran dulces deliciosos y exquisitos para la degustación del público en general. Utilizan una variedad de ingredientes naturales y siguen recetas sencillas y fáciles de hacer, que se han conservado en el tiempo y que hoy en día las siguen desarrollando, sin realizar ningún cambio en especial.

Existen una variedad de conventos en la capital hispalense a los que las personas pueden ir a comprar estos dulces en la época de la Navidad. Durante estas fechas la demanda por estos postres aumenta, por lo que los que estén interesados tienen que ir con tiempo a los conventos para adquirir estos manjares tradicionales, que siempre tienen muy buena pinta. Los Conventos en los que se pueden adquirir estos productos son el Santa Ana (barrio de San Lorenzo), Madre de Dios de la Piedad (calle San José), Monasterio de San Clemente (calle Santa Clara), San Leandro (Plaza de San Ildefonso), Santa Inés (calle Doña María Coronel), Santa Paula (calle Santa Paula), Santa María del Socorro (calle Bustos Tavera) y la exposición de dulces que se realiza en el Alcázar de Sevilla.

En todos estos sitios se pueden encontrar una gran cantidad de dulces, como son las yemas, mantecados, galletas, mazapanes, pestiños, mermeladas y muchas más exquisiteces que habitualmente se elaboran a través del seguimiento de los pasos de las recetas antiguas y tradicionales.

La tradición dulce más navideña

En el centro de la ciudad se encuentra una pequeña tienda denominada El Torno. Esta tienda se fundó en 1989 y se encuentra ubicada en la Catedral de Sevilla. Este establecimiento se encarga de vender y repartir los dulces tradicionales que realizan las monjas de los monasterios o conventos de clausura. El Torno tiene la intención de repartir la esencia, el aroma y el sabor tradicional de estos dulces a la población. Es por ello que los productos que vende están hechos con ingredientes clásicos y deliciosos. Se puede destacar la utilización de harina, azúcar, huevos, chocolate, miel, almendra, naranja, fresa, cabello de ángel y muchos más que si se combinan, se pueden elaborar postres deliciosos.

La repostería conventual es uno de los sectores de la gastronomía que no necesita cambios ni elaboraciones modernas, solo se basa en lo sencillo y en lo tradicional. Con el paso del tiempo, hay muchos aspectos relacionados con la Navidad que se transforman debido a las decisiones que se toman, pero lo que sigue estando vigente es lo que siempre ha triunfado por su gusto y dedicación que, en definitiva, son los dulces conventuales.

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