A su sistema productivo de primer orden, reconocido a nivel mundial por su excelencia, eficiencia, calidad, innovación, sostenibilidad y capacidad productiva, El Ejido va a añadir en próximas fechas un vanguardista Centro de Experiencias de la Agricultura, que se convertirá en todo un referente para la transmisión de conocimiento y un gran atractivo turístico para el municipio, que añadirá valor a la agroindustria y el turismo del municipio. Ubicado en el núcleo de Almerimar, contribuirá de forma muy importante a potenciar y complementar el destino ejidense, dando a conocer con una visión global e innovadora el que es su gran motor económico.

Desde el mismo diseño del edificio, que evoca a un invernadero, hasta su dotación tecnológica y el contenido que albergará, con una clara vocación didáctica, el nuevo centro será un referente en la puesta en valor de la agroindustria ejidense y tendrá la capacidad de atraer a visitantes de todas las edades. De hecho, supondrá un gran atractivo para la realización de visitas guiadas de grupos escolares, así como de profesionales del sector y público en general. Se erigirá, sin duda, como proyecto motor de un segmento en pleno desarrollo, como es el del turismo agrario.

La versatilidad del edificio, no obstante, trascenderá a su vocación turística, pues el centro se convertirá en un espacio ideal para la interacción de profesionales, que encontrarán en la nueva infraestructura un punto de encuentro idóneo para la realización de jornadas, congresos, reuniones sectoriales, foros o encuentros profesionales de distinta índole, así como para la presentación de productos y otras actividades relacionadas.Visitar el Agriculture Experience Center supondrá realizar un viaje apasionante e interactivo con un hilo conductor que cubre todo el proceso productivo, de forma que el visitante obtendrá una visión global del mismo. Así, el espacio se dividirá en cinco zonas temáticas, comenzando por la dedicada a las semillas, en la que se resaltará el papel que juegan los semilleros, la continua búsqueda de nuevas variedades, más resistentes y productivas, o la importancia de la investigación en genética.

La segunda zona estará dedicada al proceso productivo en sí y mostrará la importancia de la gestión de la luz, la ventilación o el agua, así como las distintas tipologías de invernaderos, los diferentes tipos de suelo o la lucha biológica para evitar plagas y enfermedades en los cultivos a través de métodos naturales.

Uno de los principales atributos de la agricultura ejidense y que contribuye a su posición de liderazgo mundial es la sostenibilidad, aspecto de capital importancia que ocupará la tercera zona temática del nuevo centro, con información sobre el reciclaje de insumos, la importancia de los invernaderos como sumideros de CO2, la seguridad alimentaria o el ámbito social.

El viaje desde el invernadero hasta el plato será la temática de la cuarta zona del Centro de Experiencias de la Agricultura, proponiendo a los visitantes un recorrido por la manipulación de los productos, conservación, propiedades probióticas, proceso de subasta, distribución y transporte.

Y habrá cabida igualmente para la difusión de la evolución que, con los años, ha experimentado el modelo productivo en El Ejido, mostrando aspectos relacionados con la tecnología, como las oportunidades que ha generado la digitalización, sensorización, autoconsumo energético, big data, inteligencia artificial, robótica o automatización de las explotaciones.

El centro tendrá una superficie útil superior a 1.500 metros cuadrados en su primera fase. Está previsto desarrollar una segunda fase que añadirá zonas exteriores y aparcamientos, hasta alcanzar una superficie total de 4.200 metros cuadrados, que permitirá incorporar una biblioteca y sala de estudio especializada. Será un edificio singular, versátil, abierto, inspirado en la arquitectura agrícola de los invernaderos. Contará con una cubierta de diseño vanguardista y de gran belleza arquitectónica, que apuntalará la sostenibilidad energética del edificio, configurada con una serie de planos inclinados a modo de dientes de sierra que permiten una óptima instalación de una gran superficie de estructuras fotovoltaicas de gran eficiencia, suficientes para abastecer más de un 70% de consumo del edificio, así como propiciar una adecuada ventilación e iluminación natural.