Un agricultor descubre por casualidad el mosaico de caza más grande del país

Turquía

Mosaico de caza / Elazığ Museum

Un agricultor que plantaba un huerto de cerezos en el este de Turquía ha desenterrado un extenso y mayormente intacto mosaico que representa una cacería antigua. Los arqueólogos creen que es el ejemplo más grande de su tipo descubierto en el país. Oculto durante siglos bajo una delgada capa de tierra vegetal, el mosaico podría datar de finales del siglo III en un asentamiento previamente desconocido cerca de la actual aldea de Salkaya en la provincia de Elazığ, a unos 500 kilómetros al este de la capital Ankara, según desvela el medio The Art Newspaper.

Según Emre Çayır, el arqueólogo principal de la excavación supervisada por el Museo Estatal de Arqueología y Etnografía de Elazığ, el mosaico de Salkaya "es el primero de su tipo que ha sobrevivido hasta nuestros días como un todo y en su representación de animales, todos los cuales se encontraban una vez aquí. Puede haber mosaicos más grandes en otras partes de Turquía, pero esos consisten en patrones geométricos o temas mitológicos".

Con una extensión de 84 metros cuadrados, el mosaico narra una serie de escenas de caza a lo largo de un eje norte-sur. Una cabra montesa es perseguida por un león, un ciervo huye de un oso. El raro leopardo de Anatolia hunde sus dientes en el cuello de un avestruz. Lebreles gruñendo con collares acorralan a un jabalí. Faisanes, patos, gansos y perdices se sitúan en reposo junto a rosas en ciernes o bajo granados, ofreciendo intervalos en medio de la frenética cacería, que ocurre en progresión a lo largo del suelo rectangular "en una expresión del eterno ciclo de la naturaleza", dice Çayır.

El mosaico como expresión de poder en la antigua Roma

Çayır cree que el mosaico era "una expresión de poder" y puede haber decorado una sala de recepción o un comedor en la residencia de un funcionario romano, como un gobernador o un comandante de guarnición, antes de que el área finalmente cayera bajo control persa. Enmarcando la fauna y la flora hay motivos geométricos de cuadrados, triángulos y elipses que hacen una transición suave hacia las escenas principales.

El sombreado en los animales revela músculos tensos o una pata trasera en la sombra, y en todo el conjunto hay innumerables detalles de flores y aves, lo que sugiere que mosaiquistas altamente calificados vinieron a colocar las teselas en este remoto rincón del imperio.

Posible traslado del mosaico a un museo

Las autoridades culturales de Turquía aún no han decidido si trasladar el mosaico, el único que se ha encontrado en Elazığ, al museo estatal o construir un complejo en el sitio para dejarlo in situ. Eso dependerá de los artefactos que se descubran a continuación, según ha declarado el gobernador provincial Numan Hatipoğlu.

¿Qué es un mosaico?

Un mosaico es una obra de arte decorativa compuesta por pequeñas piezas de vidrio, piedra u otros materiales, conocidas como teselas, que se ensamblan para crear una imagen o diseño. Los mosaicos se utilizaron ampliamente en el mundo antiguo, especialmente en la antigua Grecia y Roma, para decorar suelos, paredes y techos de edificios públicos y privados.

Los mosaicos romanos a menudo representaban escenas mitológicas, motivos geométricos o, como en el caso del mosaico de Salkaya, escenas de la vida cotidiana o la naturaleza. La creación de mosaicos requería una gran habilidad y paciencia, ya que cada pequeña tesela debía colocarse cuidadosamente para crear la imagen deseada.

La importancia del descubrimiento para el patrimonio cultural de Turquía

El descubrimiento del mosaico de caza en Salkaya es de gran importancia para el patrimonio cultural de Turquía por varias razones. En primer lugar, se trata del mosaico de este tipo más grande encontrado hasta ahora en el país, lo que lo convierte en un hallazgo excepcional. Además, su buen estado de conservación permite apreciar con gran detalle la maestría de los artesanos que lo crearon.

Por otro lado, el mosaico arroja luz sobre un asentamiento romano previamente desconocido en la región de Elazığ, lo que puede aportar nuevos conocimientos sobre la presencia y la influencia del Imperio Romano en esta zona de la actual Turquía. La representación de animales autóctonos como el raro leopardo de Anatolia también añade valor al mosaico como testimonio de la fauna que habitaba la región en la Antigüedad.

En resumen, el mosaico de Salkaya constituye una pieza única y valiosa del rico patrimonio cultural de Turquía, que merece ser estudiada, preservada y divulgada para el disfrute y el conocimiento de las generaciones presentes y futuras.

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