Perfil empresarial

Telemilano, la cadena de barrio desde la que Silvio Berlusconi dominó el mundo

  • La cadena por cable de un barrio levantado por el magnate italiano fue el origen en 1976 de su emporio audiovisual, rival de la RAI surgido de las emisiones simultánea entre canales locales. La TV sería su plataforma en lo futbolístico y de ahí, a la alta política

  • Paolo Vasile, Telecinco y viceversa 

El plató de Telemilano, la televisión local donde comenzó el negocio audiovisual de Silvio Berlusconi en 1976

El plató de Telemilano, la televisión local donde comenzó el negocio audiovisual de Silvio Berlusconi en 1976

El emporio audiovisual de Mediaset (ahora una compañía multinacional llamada Media For Europe donde está integrada Mediaset España) nació en 1974 desde una urbanización levantada por el constructor Silvio Berlusconi con un sistema de cable, un vídeo comunitario como fue también denominado en nuestro país, que alcanzaba a los 5.000 inmuebles de Milano 2, el barrio levantado a las afueras de Milán. Allí funcionaba Telemilanocavo, explotada por dos empresarios que a los dos años, en 1976, entregaron las llaves de la cadena local a Berlusconi  (el precio, 1 lira y todas las deudas) que supo contemplar las posibilidades de aquel invento. La RAI tenía el monopolio audiovisual de la red terrestre y con las normas europeas aún por establecerse, desde el vacío legal, desde la indefinición en esa explosión de medios televisivos, Berlusconi lograría afianzar su estilo y su concepto. Cadenas enfocadas al entretenimiento, rentable por contenidos baratos y contratación publicitaria proactiva, frente a la gigantesca cadena pública. El primer gran fichaje fue con un enfadado con la RAI, el animador Mike Buongiorno.

Vídeo de la programación navideña de TeleMilano 58 en el año 1978

Desde la cadena de barrio por cable se había pasado a la cadena local, ya por antena, para la capital lombarda, Telemilano 58 (por la frecuencia en el UHF). Y de ahí, pegando el estirón, a  Canale 5 (Canale Cinque), coordinda con 50 emisores repartidas por el mapa. ¿Por qué "cinque"? Porque a Berlusconi le sonaba bien ese "chinqüe". Sonaba a cadena moderna, iniciando la década de los 80, el principio de la frontera del futuro. El magnate tenía así su base mediática que le abriría las puertas del fútbol, con la adquisición del Milan, y de ahí las puertas del Quirinale, convirtiéndose en el primer ministro italiano en 1994 por su partido personalista y populista, Forza Italia. En 20 años había dado el salto desde el barrio al mundo.

Las emisiones locales del emporio privado lombardo se fueron ampliando con la adquisición de Tele-Torino (Turín) y asociándose con otros nacientes canales. ¿Cómo se podía convertir la señal en nacional esquivando el monopolio de la RAI? Distribuyendo las emisiones por cinta de vídeo. En teoría eran canales autónomos pero emitían en red, ofreciendo contenidos grabados de forma simultánea. Esa imaginación en lo legal quedaría recompensada en la autorización de iure y en la consolidación empresarial de facto.

Silvio Berlusconi en 1977, captado por Alberto Roveri. En la mesa de su despacho tenia un arma. Eran años de bandas y mafia en Italia Silvio Berlusconi en 1977, captado por Alberto Roveri. En la mesa de su despacho tenia un arma. Eran años de bandas y mafia en Italia

Silvio Berlusconi en 1977, captado por Alberto Roveri. En la mesa de su despacho tenia un arma. Eran años de bandas y mafia en Italia / RTVE

Canale 5, que vino a dar nombre a nuestra Telecinco en 1990 (25% del accionariado entonces, con ONCE y Anaya de socios principales, la máxima parcela entonces que podía adquirir un inversor foráneo), vino a sustentarse por películas estadounidenses de mucha acción y poco coste, y espacios ligeros conducidos por rostros populares. Chicas, al salón. A los espectadores españoles veteranos no hay que contarles más, recordamos a las Mamachichos, modelo inicial de chistes, pechugas y muslamen que derivaría en formatos de espectáculo y satíricos (desde Esta noche cruzamos el Mississippi y Caiga quien caiga a Crónicas marcianas) que se afianzaría con los realities columna vertebral ya en el nuevo siglo. Antes de que en España (con una televisión pública muy oficialista hasta entonces) el modelo de Berlusconi triunfara se quedaron por camino la versión francesa y también la alemana. Lo que funciona en Italia también funciona en España, casi al 100%, sociológicamente somos parientes.

Fininvest, el nombre de la empresa en el ascenso de su jefe, se convertiría en Mediaset. Con la prolongada aventura política de Berlusconi se entendió que era fundamental controlar los medios a través de informativos afectos. El dueño de Mediaset como primer ministro también tenía bajo su ojo a la cadena pública RAI, copaba toda la pantalla en los 90 cuando internet estaba en mantillas. El péndulo en un país tan explosivo para consensuar no fue un obstáculo para mantener una posición mediática de privilegio y mantenerse como pieza política estratégica. Y siempre, en lo político, actuando como verso suelto. Y en lo televisivo, con el engranaje enfocado en todo por la audiencia y la masa. El plan le funcionó desde la bodega de una urbanización de lujo. 

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