Alba Flores, hija del desaparecido Antonio y nieta de la mítica Lola, dice que no le interesa nada la popularidad, aunque afronta con grandes expectativas el papel "más importante" de su vida, el de la joven mora Jamila en la serie para Antena 3 El tiempo entre costuras, cuyo rodaje se ha iniciado en Marruecos.

La benjamina artística de una de las familias más famosas de la farándula española contesta con un rotundo no cuando se le pregunta si le gustaría participar en una serie dedicada a la figura de Lola Flores, y enseguida añade que tampoco lo haría si se tratase de su otra abuela.

Y no sólo porque no le interese la popularidad, un ámbito en el que los Flores se desenvuelven con mayor o menor asiduidad, sino porque le apetecería, dice, homenajear a su abuela "desde otros sitios más interesantes". Para ello le gustaría "tener los conocimientos suficientes" en el mundo de la cultura y el espectáculo, en el que a sus 24 años sigue "creciendo", ahora en la serie que será una de las grandes apuestas televisivas de la cadena privada para inicios del año próximo, El tiempo entre costuras, basada en la exitosa novela homónima de María Dueñas, que va por el millón de ejemplares vendidos.

Entre plano y plano en palacios, espacios públicos y abigarradas callejuelas del zoco de Tánger y Tetuán, la nieta de Lola Flores ha aprendido de la cultura islámica "su esfuerzo por ser hospitalarios, amar, servir y servir bien". Espera que su papel suponga un espaldarazo para su carrera de actriz y cree que el espectador se identificará con su personaje.