Juan Carlos Rivero y su entrenada capacidad para aislarse del ruido
La voz de la selección española en RTVE se ha referido en el videopódcast ‘Hemos venido a escuchar’ sobre las críticas que recibe en las redes sociales
Juan Carlos Rivero, como le pedía este periódico, se acuerda de los malos años de la selección
Los errores virales de Juan Carlos Rivero empañan las retransmisiones de TVE
Juan Carlos Rivero lleva 40 años de trayectoria profesional en RTVE, donde ha cubierto los grandes eventos deportivos de las últimas décadas. El relevo de José Ángel de la Casa y voz de la selección española en las grandes citas (Juegos Olímpicos, Eurocopas y Mundiales) ha sido objeto de numerosas críticas por sus fallos y despistes en las retransmisiones. El periodista madrileño, que no es muy partidario de dar entrevistas, ha pasado por el videopódcast Hemos venido a escuchar de Marca, en el que ha hecho balance de su vida personal y profesional.
Como narrador de los partidos de la selección española, un cometido que realiza desde 2007, ha recibido multitud de críticas a través de las redes sociales. Su propia hija le ha mandado vídeos de usuarios que le critican duramente. “A mí me manda mi hija TikToks de gente hablando de mí y es un chiquilicuatre del tres al cuarto que se ha hecho 20 minutos dándome palos”, ha contado.
El periodista, de 63 años, ha aprendido a aislarse de la crítica, un hecho que se toma con humor en algunas ocasiones. También ha desvelado la medida que implantó en sus redes sociales. “Me he sorprendido a mí mismo por la capacidad para aislarme de eso sin que me afecte. No sé cómo queda decirlo porque no quisiera ser una persona soberbia, pero a veces hasta me rio. No lo suelo mirar mucho, tengo mis cuentas restringidas para que no me lleguen comentarios, pero no me afecta, me siento muy al margen de todo eso”, ha asegurado.
En sus cuatro décadas de experiencia en el periodismo deportivo, considera que la mayor autocrítica corresponde a sus propias exigencias profesionales y no a los palos que recibe a través de las redes. “Me afecta más cuando yo sé que algo no me ha salido bien o no lo he hecho bien. Pero es que realmente el 95% de las cosas que ponen o no ha sido así, o es una tergiversación, o es sacarle punta a una idiotez”, ha señalado.
En el plano personal, siente que tiene una deuda con su familia por el sacrificio que implica su profesión con muchos viajes y fines de semana que pasa fuera de casa. “Tengo la impresión de haber renunciado a ciertas cosas, de no haber estado con mi familia todo el rato que ellos merecen o que me hubiera gustado, pero ya no puedo dar marcha atrás, sino corregirlo de cara al futuro”, ha declarado.
Rivero, debido a un cambio en sus condiciones laborales, tuvo que dejar de llevar a su hijo a los entrenamientos de la fundación del Atlético de Madrid. “En algún momento no le ha dado a mi familia el tiempo que un hijo requiere, que es todo. Mi hijo estaba en la fundación del Atlético de Madrid como portero y cuando empecé a trabajar los fines de semana no podía llevarlo al Cerro del Espino, así que dejó de ir. No digo que mi hijo se hubiera dedicado al fútbol, pero aquello dejó de hacerlo porque a mí me cambiaron las condiciones del trabajo y eso te molesta”, ha explicado.
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