Especiales Elecciones en TV

10N. La noche de las pantallas rotas

  • La 1 sacó músculo de potencia en su cobertura pero Antonio García Ferreras, que de madrugada seguía erre que erre en reacciones y pactómetro, ha ganado en audiencia con 3,5 millones de espectadores 

Ferreras envuelto en cifras y pactómetro: su hábitat natural

Ferreras envuelto en cifras y pactómetro: su hábitat natural / Atresmedia

Si no estuviéramos tan hastiados y enfadados con los políticos habríamos festejado aún más este domingo televisivo como la Nochevieja de los periodistas. En lugar de estar en  la pantalla de casa ante todos los de los discos de Cadena Dial, en la pantalla y en la radio estaban todos los que son en las noticias: Piqueras duplicado por Cuatro y Telecinco dejando hacer al impulsivo Javier Ruiz (y el personal aguardando a Gran Hermano VIP, en Mitele). Teníamos a Susanna Griso y Vicente Vallés con Matías Prats de analista en Antena 3. Y a Ferreras relamiéndose de aritmética. Se cumplieron las perspectivas realistas, con ese ascenso de Vox por tanto cabreado.

Ferreras además fue el  más visto. Aquí no hacía falta Tezanos. Los audímetros lo confirmaron en esta mañana.

En el altavoz de la radio (y en streaming en youtube) estaban Herrera, Alsina, Barceló...

La ocasión tan incierta merecía el despliegue y aunque en este lunes sabremos que no ha vencido en los índices de audiencia la cadena que más se puso las pilas fue la pública. TVE levantó un especial espectacular, porque estaba en su obligación, rentabilizando el despliegue de abril (con esos LED entre los baldosines virtuales oscuros) en el estudio 6, con invitados en azotea, a lo Masterchef, y una tertulia con el bisoñé exhumado de Pedro J. Ramírez, que pedía un pacto de Estado. La 1, con un Carlos Franganillo eficaz y una Ana Blanco, de celeste en un plató negro, reanimada, movió a centros territoriales y corresponsales en un especial lucido de pantallas partidas.

El plató de La 1 El plató de La 1

El plató de La 1

Sin el cristal fragmentado no hay información para una noche así, de tantos datos. Y en TVE lo hicieron didáctico aunque la patente la tiene García Ferreras.

El sondeo de las públicas, que no estuvo desencaminado del todo esta vez, sirvió sólo para un rato... Pip, pip, el primer gol del carrusel se produjo a las 21.37. Fue cuando empezó con datos reales a funcionar el pactómetro de Ferreras, con su copyright, jugueteando el de Al rojo vivo con los guarismos, la frente de José Miguel Contreras, la agudeza de Zarzalejos y esas expectativas que inquietan de antemano. “No le funcionó el paracaídas a Rivera”, fue una de esas metáforas afortunadas del efusivo líder de La Sexta, con camisa blanca, que escenificaba el interior del Congreso virtualmente.

Antena 3, con Griso y sus compañeros matinales como Tony Bolaños, se manejaba en un plató de pantallas azules pensado para la realidad aumentada. No tan amplio como el de La 1 pero apoyado con un Vicente Vallés y su tablet, tan pragmático, que calma incluso en las peores noticias.

El momento de la noche en Antena 3. El de Javier Nart, como un padre de El diario de Patricia, muerto de vergüenza ante un hijo, en este caso, ante Albert Rivera.

Frente al coliseo de La 1 los demás platós parecían modestos.

La tertulia de Canal Sur, en un plató sin grandes variaciones recientes y con una imagen corporativa celeste, repartían cifras de proximidad que se difuminaban en la necesidad de las cifras totales. La autonómica estuvo a tono pero lástima, una vez más, esa tarde llena de películas de otro tiempo.

La jornada daba para más y La Sexta, una vez más, cuidaba su parcela desde la sobremesa para esta inclemente noche larga de cristales rotos en colores. Más allá de la medianoche sólo estaban en TVE y en La Sexta, los que estaban jugándose el liderazgo de audiencia de un parlamento endominado.

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