Raphael habla del peor "golpetazo" de su vida, "Yo no quiero que esto se termine feo"
Entrevista
El cantante se sincera en RTVE sobre su próxima vuelta a los escenarios tras el tratamiento de la grave dolencia detectada en diciembre
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Primeras declaraciones de Raphael sobre su estado de salud: "Aún no sé cuándo volveré a los escenarios"
La reacción de Raphael al saber que debía tratarse de un doble linfoma cerebral fue de sentirse "valiente, aventado como dicen en México". No es que se siente valiente de por sí pero ante reveses así lo que entiende que le corresponde es actuar con entereza y dejar hacer a los médicos. Cuatro meses después del diagnóstico preocupante está en proceso de recuperación y, sobre todo, listo para volver a encontrarse con su público. El 15 de junio en Mérida sería su reaparición. Un tratamiento acertado y una remontada exprés dado el carácter de la enfermedad detectada. Ha sido un buen paciente, como ha insistido a Carlos del Amor para los Telediarios de TVE en la primera entrevista desde que tuviera que abandonar la grabación de La Revuelta, al sentirse indispuesto, y ser ingresado de urgencia, en vísperas navideño
"Este golpetazo ha sido peor. Con el trasplante (hace 23 años) estaba mentalizado. No me di cuenta en ese momento de sentirme mal. No pensé que era una cosa muy grave", responde ante esa desorientación que sufrió durante la entrevista de David Broncano y que ya había dado ciertas muestras preocupantes el día ante en El Hormiguero. "Lo recuerdo como un choque, quería decir una cosa y decía otra. Entendía lo que me estaban diciendo y me salía otra cosa. No era dueño de la situación", hace memoria de esos instantes previos a que fuera atendido de urgencia. "Es una sensación fatal, pero soy un echado para adelante", resume sobre la reacción de él y su familia al diagnóstico. "He tenido dos golpetazos gordos, soy de piel dura, y estoy acostumbrado a los problemas", ha añadido el cantante linarense en esa entrevista donde ha subrayado que su recuperación, a sus 81 años, ha sido porque se ha cuidado a lo largo de todos estos años. "Y el cariño, siempre. Tengo un cariño de mi familia, desembocando en el público. Me quieren como yo lo quiero a ellos", ha añadid sobre ese apoyo moral que ha tenido en todo momento para regresar a la música, su vocación.
"El secreto es tener disciplina. Soy una persona con mucha disciplina. No sería artista de otra manera, soy una persona aplicada. Mi cuerpo es obediente, que se adapta a todo enseguida. Todo me hace efecto enseguida", expone el artista sobre una recuperación que ha sido constante y esperanzadora en todo momento.
"En el hospital me han tratado como a todo el mundo. Sabía que iba a salir de esta, porque yo me cuido mucho. No hago nada que no esté aconsejado por los médicos", ha incidido.
Sin poder hacer su previsto concierto navideño en Madrid, su objetivo en estos meses ha sido el de volver a pisar los escenarios. "Yo echo mucho de menos los escenarios, siempre. Yo no me voy a ir nunca, me iré con algo que no pueda superar", expone a cómo observa estos próximos años. "Es mi forma de mi vida. Igual que no me puedo creer no tener a mi familia a mi lado. Todo va junto", una fórmula integral que es el compendio de su carrera que ha superado los 65 años.
"Hay muchas granas de Raphael, afortunadamente. Yo no quiero que esto se termine feo", ha sido otra de las frases clave en esta entrevista de regreso. "Yo continúo. En brazos de la gente y mientras la garganta esté todo en su sitio. Y me he cuidado para que todo esté en su sitio", ha comentado ilusionado.
Antes de dar el paso para anunciar que regresaba antes hizo una prueba en el estudio. Con parte de sus músicos y ante su familia. Una forma de calibrar si puede estar en el escenario con el ritmo que acostumbra, con sus maratones y su temple, sus interpretaciones sinceras. "Primero me probé solo: en un estudio hice un miniconcierto, estuve dos horas y pico y necesitaba probarme. Con mis hijos presentes. Reaccionaron bien, si no, no estaría aquí", ha desvelado sobre esa prueba.
A preguntas de Carlos del Amor no sabe con qué canción arrancará ese primer concierto de vuelta. No sabe cómo va a ser el orden de ese concierto donde volverá a oír de cerca los aplausos. "Tengo que comprimir mis grandes canciones, saber qué tiene que ir detrás de qué. Eso es entretenido". Confeccionar el plantel de temas que aborde en sus actuaciones de este verano va a ser una de sus ocupaciones de estos días.
"Pido al futuro que me enseñe a cantar con un poquito menos de entrega, que use más la voz y menos los nervios. Que siga como estoy. Y con menos sustos. En estos 23 años me he portado bien", relata con una mirada serena y deseando hacer realidad esos sueños de vuelta que sobrevuelan en sus ansias. Hay Raphael para rato. Por su parte no va a ser de otra manera.
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