TV-Comunicación

Otra vez 'Encanna'

  • Martes y Trece representaron hace veinte años la relación de Isabel Pantoja y Encarna Sánchez en un especial polémico

Hace veinte años, no hace tanto ¿verdad?, los personajes del corazón pertenecían sólo a las revistas. Eran seres bidimensionales, de fotos en color y titulares simples. Famosos de quiosco que se refugiaban entre las páginas, donde vivían a gusto en sus fiestas de champán y sonrisas.

Isabel Pantoja, entonces viudísima sin perseguir y que sólo aparecía en la tele por su faceta musical, tenía como buena amiga a la temida voz de las tardes de la radio, a la reina de la mesa camilla, la duquesa del desplante: Encarna Sánchez. Esa relación entre ambas no pasaba de unas fotos cazadas, pero el dúo Martes y Trece abrió la caja de pandora, dando un picotazo al corazón de las revistas. Parodió y llevó a la cena de Nochevieja lo que hasta entonces sólo se comentaba en las peluquerías y meriendas de cuñados. Ellos, que habían convertido en un esperpento, reído de forma unánime por toda España, el estilo de "Encanna", eran los que estaban más autorizados a tomar de la peluca. Millán sólo tenía que estirar hacia abajo sus comisuras para convertirse en esta princesa del pueblo y de las empanadillas. Josema se alzó en los tacones y con la melena de María José Cantudo se transformó en Isabel Pantoja. No vean la que se armó. Jorge Javier Vázquez no lo pudo debatir. Estaba de becario en alguna publicación y Sálvame entonces hubiera formado de alguna distopía digna de Orwell.

Aquel especial que cumple 20 años se llamaba El 92 cava con todo (nombre que también podría referirse a este 2012). En una televisión con escaso humor inteligente, con Irma Soriano y Nieves Herrero en Antena 3 y Andoni Ferreño en Telecinco, Martes y Trece era la apoteosis aunque a partir de esta Nochevieja del 91 iniciaron un lento declive y fue el primer especial que frustró las expectativas de los sofalícolas. Aparte del valor de parodiar a Encarna y la Pantoja, punto de unión de los sketches, no hubo momentos memorables. Josema y Millán, que todavía no habían sido arrastrados a un programa semanal, comenzaban a repetirse: los "grrs", los palabros, las equivocaciones, el Rap-hael o el "fíjah-te". Se repetían porque todo el mundo los imitaba y nos sabíamos de memoria sus programas, grabados en VHS. Fue bonito mientras duraron.

Como un eco de lo que estaba por llegar, la infortunada Encarna y su amiga Isabel se llevaron un gran disgusto. Los demás el disgusto que teníamos es que El 92 cava con todo estaba muy por detrás del A por uvas del 89. En este especial de Nochevieja apareció Dani Martín, antes de cantar y mucho antes de decapitarse. Era el niño que interpretaba al botones del hotel de Mallorca al que se iban de vacaciones las protagonistas. También, en el papel de la monja Sor Bete, en un concurso, aparecía Anabel Alonso, irreconocible al ojo humano.

Anécdotas de una Nochevieja que abrió la puerta al año de Cobi y de Curro. Un año que terminó en una crisis gorda que ahora nos parece de juguete.

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