2021-2025: Gloria y tragedia de Morante de la Puebla

25 AÑOS DE TOROS EN SEVILLA (y V)

La era pos covid iba a estar marcada a fuego por el rabo que cortó el matador cigarrero señalando, paradójicamente, el comienzo de su propio drama personal

2016-2020: De la paz con las figuras al apagón del covid

2011-2015: Del indulto de 'Arrojado' al bienio triste

2006-2010: de la cumbre de El Cid al adiós del viejo Manzanares

2000-2005: Llegaban nuevos aires a la calle Adriano...

La faena del 26 de abril de 2023 firmada por Morante de la Puebla es la cúspide del primer cuarto de siglo en la plaza de la Maestranza.
La faena del 26 de abril de 2023 firmada por Morante de la Puebla es la cúspide del primer cuarto de siglo en la plaza de la Maestranza. / Juan Carlos Muñoz

El último lustro de este primer cuarto de siglo taurino se iba a iniciar con un proceso delirante que comenzó el 12 de marzo de 2021, fecha de la presentación de unos carteles que seguían condicionados por el desarrollo del covid. Casi nadie daba una peseta por la reapertura de la plaza de la Maestranza. Al menos, no en abril. La temporada de primavera –no era una Feria al uso- quedaba condicionada a una premisa irrenunciable: poder abrir el recinto al 50% de su aforo. ¿Qué decía la Junta de Andalucía? Ni sí, ni no; sino todo lo contrario…

La suspensión era una certeza irremediable pero todo seguía hacia delante mientras las autoridades gubernativas y sanitarias evitaban pronunciarse con claridad. La decisión final era inevitable pero se tomó tarde, tardísimo, y se tomó mal. La temporada tardaría cinco meses más en arrancar, pero hay que reconocer la audacia de la empresa Pagés que trasladó piedra a piedra al otoño la misma temporada que se había soñado para primavera y con un aforo final del 60% de la plaza.

707 días después del último festejo celebrado en 2019, volvía a sonar el pasodoble Maestranza abriendo aquel atípico y extenso ciclo otoñal en el que hay que destacar las dos orejas cortadas por Emilio de Justo a un toro de Victorino Martín, la que paseó Escribano de otro de Miura, el gran trasteo de Urdiales, la excelente novillada de El Parralejo, la lesión de Aguado, el capote de otro mundo de Ortega… pero aquella feria fuera de catálogo iba a pasar a la historia gracias a un Morante situado entre el cielo y la tierra con un duro ejemplar de Juan Pedro Domecq –le propinó una impresionante voltereta- con el que iba a dictar una las faenas más bellas y desgarradas de su vida que inauguraba un trienio prodigioso….

Con el 2022 llegaba la ansiada normalidad sin evitar algunas curvas. El año se iba a mudar con los ecos de un pleito, el que la empresa Pagés puso a sus caseros en torno al asunto del IVA y el aprovechamiento turístico de la plaza de toros, que sigue coleando a la vez que el actual contrato de arrendamiento encara su final. Iba a ser una campaña anunciada con el inclasificable cartelito de Dahn Vo pero, sobre todo, iba a estar marcada de nuevo por Morante de la Puebla en el mejor momento creativo de su vida.

Morante marcó en la atípica feria de San Miguel de 2021 el arranque de su trienio prodigioso.
Morante marcó en la atípica feria de San Miguel de 2021 el arranque de su trienio prodigioso. / Arjona-Pagés

El año de los recitales

El diestro de La Puebla, que había asumido seis contratos en el abono, iba a cuajar tres nuevas faenas para los anales del coso maestrante. Dos recitales fueron en mayo y el tercero, el concierto definitivo, se rebelaría en San Miguel. El Viernes de Farolillos llegó la primera explosión, el mismo día que Roca Rey dio un golpe sobre la mesa. Pero la memoria, siempre la memoria, antepone su maravilloso trasteo a un ejemplar templado y rajadito de Núñez del Cuvillo al que toreó con exquisita cadencia y sencilla, purísima belleza.

¿Era posible estar rayar a mayor altura? El propio toreo de La Puebla se iba a encargar de responder la pregunta formando un alboroto inolvidable con el sobrero de Garcigrande que remendó una catastrófica corrida de Torrestrella. Si el día anterior había sido la cadencia, en este segundo acto fue la explosión, la intensidad, la reunión… Aún quedaba el tercero, resuelto en la primera tarde de la Feria de San Miguel. Después de cuajar de capa al primero, se puso a todo trapo con el cuarto, un toro de Matilla de medio tono, fondo complejo y hasta peligro evidente con el que se jugó la vida sin trampa ni cartón para dictar una obra emocionante y desgarrada. Había sido el tercer acto de una obra global expresada en tres movimientos: el intimista, el impresionista y el expresionista. Aún no había escalado su propia cumbre…

Fue un año en el que la Puerta del Príncipe se abriría cinco veces: para Daniel Luque, El Juli –que ya sumaba siete- el joven Tomás Rufo y hasta el rejoneador Guillermo Hermoso de Mendoza. Calerito tomó la alternativa. La cosa iba a concluir con el rabo de Marco Pérez en el festival organizado a beneficio de la Bolsa de Caridad del Gran Poder…

Daniel Luque firmó una de las faenas de su vida con 'Príncipe' en la Feria de Abril de 2023.
Daniel Luque firmó una de las faenas de su vida con 'Príncipe' en la Feria de Abril de 2023. / Arjona-Pagés

En 2023 llegaría el estreno de la nueva plataforma televisiva –la retransmisión de la corrida de Resurrección no pudo ser más accidentada- la desaparición de Rafaelito Chicuelo… pero aquel año acabaría marcando la historia contemporánea de la plaza de toros gracias a Morante. Ya había calentado motores firmando dos trasteos para paladares selectos que no fueron del todo comprendidos. Hubo que esperar a la tarde del 26 para que todo se desatara. Las verónicas oníricas de Juan Ortega, quizá, pudieron espolear al diestro de La Puebla para, a la salida del cuarto, condensar en poco más de 20 minutos una tauromaquia global –auténtico puente entre todas las épocas del toreo- en la que se encadenaron varios esplendores: desde los dos faroles con los que saludó al toro, pasando por las maravillosas verónicas, las tafalleras convertidas en toreo fundamental, la hondura de los lances de frente por detrás, la excelencia de una faena rabiosamente clásica y la estocada que rubricaba el milagro. El palco estuvo a la altura concediendo ese rabo diferencial que subrayaba el acontecimiento. Se había reescrito la ley de Guerrita: Después de mí, nadie…

Fue la cima de una gran Feria: podríamos citar la primacía de Roca Rey que logró abrir su primera Puerta del Príncipe, el faenón macizo de un inconmesurable Daniel Luque, que volvería a golpear en San Miguel; el del recuperado Emilio de Justo, el excelente paso de Manuel Escribano –que cuajó un victorino y un miura- y la mejor labor de Ginés Marín en Sevilla aunque la devaluación de la Puerta del Príncipe puso en bandeja la salida a hombros de Sebastián Castella por una actuación matizable. Fue en San Miguel, el mismo ciclo escogido por El Juli para despedirse del toreo en medio del reconocimiento unánime de toda la profesión.

Juan Ortega remata de rodillas una tanda de redondos al toro de su gran triunfo, el castaño que cerró plaza.
Juan Ortega remata de rodillas una tanda de redondos al toro de su gran triunfo, el castaño que cerró plaza. / Juan Carlos Muñoz

La faena de Ortega

2024 iba a estar marcado por el adiós de un maestro para la historia, Paco Camino, y de un torero de referencia como Pepe Luis Vázquez Silva. Fue también el año de la emocionante y épica actuación de Manuel Escribano, heroico con un sexto de Victorino Martín al que cortó las orejas después de exigir ser operado con anestesia local tras ser herido por el primero

La faena más trascedente, a la postre, la dictaría Juan Ortega con un toro de Domingo Hernández llamado Florentino. El trasteo, realzado por el pasodoble Manolete, se acabaría convirtiendo en un canto al toreo eterno, a su palo más clásico; al diálogo de un hombre y un animal entendido como tratado de buen gusto y armonía. En ese momento ya era el suceso de la Feria sin necesidad de forzar ninguna puerta; lo iba a ser de toda la temporada.

Para los amantes de la estadística están esas cuatro Puertas del Príncipe que se abrieron en una temporada pródiga en trofeos que revela nuevos modos y otros públicos. La más sólida la abrió Miguel Ángel Perera. La de Talavante, que ya fue en San Miguel, podría antojarse la más discutible. También la más rentable. En medio están las de dos rivales que compitieron a distancia: Roca Rey y Daniel Luque. Pero además de los resultados toreros está el gran rendimiento ganadero con el toro Tabarro en la yema de una corrida soñada de Santiago Domecq.

En el estreno de marzo de 2025 quedan aún mes y medio largo para que vuelvan a abrirse las puertas de la plaza de la Maestranza. El abono se presentó el pasado martes en una tensa rueda de prensa. El 31 de diciembre vence el actual contrato de arrendamiento.

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