Toros

Emilio Muñoz dona un traje de luces al museo de la plaza de la Real Maestranza

Emilio Muñoz dona un traje de luces al museo de la plaza de la Real Maestranza

Emilio Muñoz dona un traje de luces al museo de la plaza de la Real Maestranza / Antonio Pizarro

Hace ya 28 años. Emilio Muñoz vestía de teja y oro el día que abrió la Puerta del Príncipe por segunda y última vez en su carrera. El vestido, cortado y bordado en la madrileña sastrería de Fermín, formará desde ahora entre los fondos del museo de la plaza de toros de la Real Maestranza sumándose a otras prendas maestras de toreros como Joselito El Gallo, Chicuelo o el mismísimo Curro Romero hasta llegar a Morante de la Puebla, que entregó el pasado 4 de mayo el terno con el que había cortado el rabo en la Feria de Abril.

La entrega se ha formalizado este jueves en un sencillo acto celebrado en el Salón de los Carteles del coso sevillano que ha contado con la presencia del delegado del Gobierno de la Junta en Sevilla, Ricardo Sánchez, y el empresario del coso del Baratillo, Ramón Valencia. “Emilio Muñoz nos hace entrega del traje de luces que vistió el uno de octubre de 1995” señaló León recordando que ese día “salió triunfalmente por la Puerta del Príncipe”. El teniente de la Maestranza calificó aquella tarde de “memorable” antes de dar paso a una proyección con imágenes de la misma. Muñoz compartía cartel aquel día con Curro Romero y Jesulín de Ubrique y cortó tres orejas de sendos ejemplares de Torrealta y Gavira que validaron la salida a hombros por el mítico arco de piedra.

El torero, por su parte, aludió a los cambios de sus propias convicciones explicando que si hace algunos años le hubieran planteado una donación similar ni siquiera lo hubiera contemplado. "Uno va cambiando de forma de pensar y me siento muy orgulloso de que esta Casa guarde este vestido tan importante para mí", reconoció Muñoz haciendo un recuerdo especial para la figura de Diodoro Canorea, suegro de Ramón Valencia, que organizó aquel festejo de la Feria de San Miguel de 1995 en los mejores años de la última etapa profesional del torero, retirado definitivamente en el año 2000. "Donde mejor está este traje es aquí, no en tu casa", apostilló el empresario. "A partir de ahora voy a verlo más que tú", remachó.

El delegado del Gobierno, en su turno, prescindió de las rigideces de su cargo para hablar como simple aficionado. "El traje todavía le está bueno", bromeó Sánchez alabando el "compromiso" del matador trianero al ceder el traje a un museo, el de la Real Maestranza, "que es el tercero más visitado de la ciudad de Sevilla". "Todo lo que podamos hacer por mostrar el orgullo por nuestra Fiesta Nacional, bienvenido sea", concluyó.

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