1954: Golpe de efecto de Chicuelo II

especial san isidro | feria de 1954

El duque de Pinohermoso, único rejoneador actuante Siete orejas corta en dos tardes el torero conquense Chicuelo II Buena feria también de Aparicio y cogida de Antoñete en el quinto festejo

Publicidad aparecida en la revista taurina 'El Ruedo' del 27 de mayo de 1954, ensalzando la gran actuación de Chicuelo II en la feria de San Isidro de aquel año.
Publicidad aparecida en la revista taurina 'El Ruedo' del 27 de mayo de 1954, ensalzando la gran actuación de Chicuelo II en la feria de San Isidro de aquel año.
P. Guerrero Huelva

22 de mayo 2016 - 01:00

Chicuelo II se confirma como el triunfador indiscutible de la feria isidril de 1954. En tan sólo tres paseíllos, el conquense consigue cortar un total de siete orejas. Cuatro, el día de su confirmación frente a la corrida de Carlos Nuñez. Tres más lograría dos días más tarde frente a los toros salmantinos de Barcial.

La feria, que se anunció desde el 15 al 23 de mayo, contó con un total de nueve tardes de las cuales, en la última de ellas se cerró ciclo con la única novillada programada ese año y que sirvió para la presentación y triunfo en Madrid del novillero Pepe Ordóñez.

La actuación de el duque de Pinohermoso en la segunda de feria agotó la cuota de rejoneadores en el serial de 1954.

Resalta la prensa de la época, que de las cuatro corridas del campo andaluz presentes en la feria como son las de Carlos Nuñez, Urquijo, Bohórquez y Clemente Tassara, no haya anunciados con ellos ningún diestro andaluz. Circunstancia cierta, a priori, pero que se diluye en esa certeza al tener que sustituir el onubense Juan Posada al madrileño Antoñete ante los toros de Bohórquez.

En la cuarta de feria, resultó cogido de gravedad Jumillano y se muestra en maestro Aparicio, convertido ya en uno de los toreros predilectos de Madrid.

Chicuelo II redondea su particular feria cortando otras tres orejas frente a la corrida del ganadero charro Jesús Sánchez Cobaleda (Barcial), saliendo a hombros como máximo triunfador de este San Isidro, mientras que Antonio Chenel Antoñete resulta cogido de gravedad, según el parte que firma el doctor Jiménez Guinea, por el quinto de la tarde.

Poco aporta a la feria un encierro deslucido de María Teresa Oliveira, frente a la que nada consiguen Jesús Córdoba, Juan Posada y Chicuelo II, en su tercera actuación de la feria.

Sí llegaría esa tarde triunfal al día siguiente con el extraordinario juego de una corrida de Bohórquez ante la que Julio Aparicio confirmó, con una nueva Puerta Grande, su papel de torero predilecto de Las Ventas, al tiempo que el toro Andamoncho se perfila según las crónicas como "el toro más bravo de la feria...y de muchas ferias más".

Poco más destaca ya en una feria que encaró su final con la corrida de Tassara en la que Aparicio cortó una oreja y Rafael Ortega dio sendas vueltas al ruedo.

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