Toros

Premios taurinos del Hotel Colón: Morante, no hay dos sin tres

Foto de familia de los protagonistas del acto de este lunes en hotel Colón, donde el gran ausente fue Morante de La Puebla.

Foto de familia de los protagonistas del acto de este lunes en hotel Colón, donde el gran ausente fue Morante de La Puebla. / José Luis Montero

Los premios taurinos del Hotel Gran Meliá Colón, que distinguen al torero y la ganadería más destacados en cada temporada en la plaza de la Real Maestranza de Sevilla, volvieron puntuales a su cita de las vísperas del ciclo continuado de festejos aunque este año -el calendario taurino se ha adelantado en una jornada en 2024- han cambiado el martes por este lunes de entretiempo que presagia los días grandes con ganas intactas de toros. Los trofeos volvieron a ser entregados en el transcurso de una cuidada gala en la que Rosana González -directora del más clásico hotel de los toreros- veló por que no faltara de nada y cada invitado encontrara su lugar. Los trofeos, que alcanzaban su XIII edición, recaían en Morante de la Puebla -por tercera vez consecutiva- y la ganadería de Victorino Martín.

Pero la pregunta del millón era… ¿Vendría el diestro de La Puebla? Morante, inmerso en un delicado momento personal, ya se había ausentado de los premios de la Real Maestranza y los de la Caja Rural y muchos barruntaban que si no había habido dos premios sin tres tampoco habría dos ausencias sin una tercera. Las dudas no tardarían en ser despejadas.

Y el matador no apareció -dicen que andaba por Madrid probándose la ropa de torear- volviendo a brillar por su ausencia... Qué se le va a hacer. El jurado nombrado por el establecimiento de la calle Canalejas había justificado en su momento la concesión del premio al mejor torero de la temporada 2023 en Sevilla al matador cigarrero valorando “el impacto, la trascendencia y la excepcionalidad del rabo cortado a un ejemplar de Garcigrande por parte de Morante de la Puebla que protagonizó el suceso más relevante en la plaza de la Maestranza en las últimas décadas”.

Juan Carlos Morante, primo y mozo de espadas del torero, recogió el trofeo de manos de Ricardo Sánchez, delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla. Morante, el ausente, había bromeado el año pasado al sostener el trofeo de Ramos Rejano diciendo que ya tenía el lote completo. “A ver si hay un tercero y podemos hacer un mano a mano”, dijo entonces con sentido profético. Ese rotundo tercer toro de bronce ya va para sus vitrinas certificando la excelencia y la creatividad de esta etapa profesional que el matador cigarrero abrió en 2018, no interrumpió en la pandemia y desbordó definitivamente a partir de 2021.

La vacada de Victorino Martín, por su parte, se había hecho acreedora del apartado ganadero de estos galardones como reconocimiento al resultado global de la corrida lidiada el pasado año en la que sobresalió el juego de un ejemplar llamado Patatero, lidiado por Manuel Escribano e hijo del célebre Cobradiezmos, que había sido indultado, precisamente, por el propio diestro de Gerena en 2017. Victorino, que goza del don de la ubicuidad, recogió el rotundo trofeo de manos de Ramón Valencia, presidente honorario del jurado calificador. El prestigioso criador, que recogía su segundo premio en el Colón, agradeció el galardón recordando la corrida del año pasado en la que, a su final, agradeció al empresario la terna elegida para despacharla. “Por eso brilló como brilló”, concluyó.

La entrega de premios contó con la habitual introducción poética, lírica y musical de José León, acompañado al toque por David Soto, que volvió a acabar con el cuadro trazando un impresionante y emocionante aguafuerte literario para glosar a los premiados y ese mundo sensorial de la Baja Andalucía que le sirve de inspiración. El hilo argumental de su texto sólo podía pasar por La Puebla del Río y los campos extremeños…

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