El festival de las hermandades de San Bernardo y el Amor recauda 166.979,22 euros para sus obras sociales

SOLIDARIDAD TAURINA

El teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza y el gerente de la empresa Pagés han entregado el cheque con los beneficios del festejo celebrado el pasado 13 de octubre que, además de engrosar las bolsas de caridad de ambas corporaciones, se había organizado en homenaje a la dinastía Vázquez

Algo más que la clausura de la temporada...

Talavante & Galeono S.L.

Los hermanos mayores de San Bernardo y el Amor recibieron el cheque con los beneficios del festival del pasado 13 de octubre. / Toromedia/Pagés

166.979,22 euros. Es la cifra contante y sonante que ha recaudado el festival taurino celebrado el pasado 13 de octubre en la plaza de la Maestranza a beneficio de las obras sociales y asistenciales de las hermandades de San Bernardo y el Amor. Es una cantidad más que considerable atendiendo a los cuantiosos costes de producción del espectáculo pero que quedaba garantizada con el ansiado cartel de no hay billetes. Sea como sea, el festejo que cierra la temporada en la plaza de la Maestranza mantiene su actual vocación solidaria, peno de salud, sin perder su tradicional fachada taurina.

El hermano mayor de la corporación del Miércoles Santo, José García Rodríguez, y el de la del Domingo de Ramos, Juan Cruzado Candau, fueron los encargados de recibir la recaudación final del festejo en un sencillo acto –convertido ya en una pequeña tradición- celebrado en el Salón de los Carteles de la plaza de la Maestranza a mediodía de este martes. Ambos posaron con el teniente de Hermano Mayor del cuerpo nobiliario, Marcelo Maestre, y el gerente de la empresa Pagés, Ramón Valencia Pastor, para mostrar el inmenso cheque simbólico que realza esa cifra –los 166.979,22 euros del ala- que supondrán un importante revulsivo en la acción social de ambas entidades.

Marcelo Maestre se deshizo en agradecimientos a la participación desinteresada de todos los actores del empeño. "No es fácil hacer un no hay billetes en la plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla pero cuando el motivo es de altura todo cambia", aseguró. El teniente de Hermano Mayor felicitó a todos los participantes "por el éxito obtenido y al público de Sevilla por su sensibilidad y entrega". Maestre, además, aprovechó el acto para expresar las condolencias del cuerpo nobiliario por el reciente fallecimiento de Rafael de Paula.

Ramón Valencia mostró su satisfacción por la consolidación de este festival como cierre de lujo para la temporada en Sevilla, como prueba este dato que ofreció a todos los presentes: "Desde hace seis años que se celebra este festival llevamos recaudados 1.081.000 euros", lo que da una idea de la importante labor social que se propicia. El empresario agradeció a la Real Maestranza, a las hermandades y al coordinador del festival su contribución a este éxito.

El hermano mayor de la Hermandad de San Bernardo, José García Rodríguez, agradeció a la Real Maestranza, la empresa Pagés, los toreros y los ganaderos, asegurando que "deben tener la seguridad de que este fondo va a tener el loable fin para el que todos hemos trabajado: ayudar a los más necesitados". Por su parte, el hermano mayor de El Amor se mostró "feliz" por el resultado de un trabajo que, según apreció, "es la suma de muchas voluntades". "Son unos beneficios que vamos a distribuir de la mejor manera posible; es un compromiso que tenemos con la sociedad y con Sevilla", señaló.

Cerró el turno de intervención el coordinador del festival, Manolo Vázquez, que agradeció la dedicatoria de este festejo a su familia, los Vázquez, y destacó el carácter solidario del toreo: "Que la gente sepa que el mundo del toro se vuelca siempre con las obras sociales".

Este festival hace el número 142 de los festejos benéficos organizados por Pagés desde 1959, año de la entrada del recordado Diodoro Canorea, suegro de Ramón Valencia que se sumó a esa lista de agradecimientos detallando las circunstancias organizativas del empeño.

El festival a beneficio de las hermandades del Amor y San Bernardo cerró la temporada en Sevilla. / Juan Carlos Muñoz

Otro éxito organizativo

la gestación del festejo fue coordinada por Manuel Vázquez Gago con la colaboración inestimable de la Empresa Pagés y estuvo organizado, precisamente, en homenaje a las dinastía Vázquez. El cartel de Javier Jiménez Sánchez-Dalp recordaba la figura de Pepe Luis Vázquez Silva, penúltimo matador de la saga de San Bernardo que falleció el pasado año.

El evento volvióa mostrar la fortaleza de esta iniciativa que llenó los tendidos de la plaza de la Maestranza colgando en ansiado cartel de 'no hay billetes'. El cartel reunía los nombres de los diestros Manuel Jesús El Cid –que sufrió una leve cornada-, Alejandro Talavante, Juan Ortega, Pablo Aguado, Manolo Vázquez, Javier Zulueta y el novillero Manuel Domínguez que lidiaron reses de los hierros de Espartaco, Domingo Hernández, Talavante y El Parralejo que dieron un juego declinante a excepción de uno de los ejemplares de la vacada charra que resultó excepcional y Talavante le cortó las dos orejas.

El evento volvía a reforzar la actual orientación de esta jornada en el calendario taurino sevillano. Se trata de una fecha que había estado relacionada muchos años con la corrida que se montaba para la Cruz Roja Española. El festejo ya se convirtió en un festival de figuras en el año 2013 en el que la Cruz Roja compartió los beneficios con el Banco de Alimentos. Al año siguiente llegaría la encerrona de Lama de Góngora y en 2015 se celebró la última corrida de toros con Nazaré, Miguel Ángel Delgado y Esaú Fernández en el cartel. En 2016 se había organizado un festival a beneficio del malogrado banderillero algabeño José Manuel Soto que sentenció la lluvia...

En 2017 se creyó cerrada la historia taurina de la festividad del 12 de octubre con la organización de un espectáculo ecuestre pero la Hermandad de la Macarena apostó fuerte en 2018 organizando un lujoso festival que sirvió, de paso, para reivindicar sin ningún tipo de complejo, la rica historia taurina de la corporación de San Gil. Los beneficios obtenidos se sumaron al presupuesto del ambicioso programa social y asistencial de la cofradía de la Madrugada. Se había marcado la senda a seguir: en 2019 llegó el turno a las cofradías de la Esperanza de Triana y el Baratillo bajo el impulso del abogado Joaquín Moeckel. En 2020 y 2021 no pudo celebrarse y en 2022 fue el turno del Gran Poder, sucedido en 2023 por la Hermandad del Rocío de Triana en compañía de la Fundación Alalá y en 2024, con una leve mudanza de fechas le tocó a los Gitanos y Nuevo Futuro. Para 2026 ya se habla de la Hermandad de la Estrella que podría compartir el peso organizativo con otra corporación o asociación benéfica.

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