Marcelo Maestre se perfila como nuevo teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza
TOROS Y SOCIEDAD
El actual fiscal de la junta de gobierno del cuerpo nobiliario sucederá a Santiago de León y Domecq que ha ejercido la tenencia durante los últimos ocho años
Maestranza y Pagés: un matrimonio en los juzgados
La Maestranza y Pagés: ¿A por el siglo?

Todo hace indicar que Marcelo Maestre y de León tomará el bastón de mando de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla sucediendo a Santiago de León y Domecq que ha ejercido la tenencia durante los últimos ocho años. Maestre ejercerá el cargo con plenos derecho a partir de la elección de su nombre dentro de la preceptiva terna que la junta general de caballeros ha elevado a Felipe VI –Hermano Mayor efectivo de la institución- que oficializará el nombramiento.
Maestre había ejercido de fiscal durante la larga tenencia de Santiago León y recibirá, previsiblemente, el encargo de dirigir la institución en nombre de Su Majestad el Rey durante los próximos cuatro años optando a la prórroga de dos prevista en las Ordenanzas del cuerpo. El futuro teniente pertenece a una de las familias más estrechamente ligadas a la Real Maestranza y es uno de los caballeros maestrantes más destacados de sus últimas juntas de gobierno.
Maestre forma parte de la generación que abrió de par en par las puertas de la centenaria institución a la ciudad de hoy y su figura ha ido ganando peso en numerosos foros sociales y culturales de Sevilla en representación de la institución nobiliaria. Es especialmente recordada la figura de su hermano Juan -llorado maestrante y excelente pintor- que desde la junta de gobierno de la Maestranza, entre otras iniciativas, promovió el actual formato del cartel y el pregón de la temporada escogiendo primeras figuras de las artes y las letras para tal fin.
Uno de los retos de Marcelo Maestre será, precisamente, mantener esa apertura y puesta al día sin mover un ápice de la esencia de un cuerpo basado en la tradicion. La promoción cultural y patrimonial; el mecenazgo artístico y académico o su apuesta por los más desfavorecidos son algunos de los emblemas de esta Casa que debe su razón de ser al servicio a la Corona.
El mantenimiento de su obra social, cultural y asistencial; la conservación y constante adecuación de su histórica plaza de toros y la vigencia de la propia institución en los parámetros de la sociedad actual siguen siendo la líneas de frente de una corporación que tiene su escaparate más conocido -más allá de su extensa obra filantrópica- en la entrega anual de premios taurinos y universitarios; en el pregón del Domingo de Resurrección y el cartel anunciador de cada temporada taurina.
Finalización del contrato con Pagés
En cualquier caso, la patata caliente más urgente que aguarda al nuevo teniente de Hermano Mayor es la gestión de la plaza de toros. La Feria de 2025 ha sido la última que se ha celebrado bajo los parámetros del actual contrato de arrendamiento, una relación mercantil que ha unido a la empresa Pagés con la Real Maestranza de Caballería desde 1932 y que ha sufrido no pocos altibajos. Los últimos, un doble pleito millonario, son más que recientes y se han fallado a favor del cuerpo nobiliario que no tendrá que devolver a la empresa los seis millones de euros requeridos en concepto de IVA ni la mitad de los ingresos del aprovechamiento turístico de un recinto, la plaza de toros de Sevilla, que es mucho más que un mero escenario taurino en el tiempo que vivimos.
El nuevo contrato o pliego de condiciones estaría adaptado a las necesidades actuales, explorando las posibilidades de la plaza en el siglo XXI como escenario de grandes eventos, espacio museístico y atractivo turístico que va más allá de su primera y fundamental condición como recinto taurino. Renovar, revocar u optar por una nueva empresa es una decisión que compete al nuevo teniente que también tendría en su mano aceptar la prórroga de un año solicitada por Ramón Valencia, gerente de Pagés, en compensación por la temporada de 2020, perdida por el covid. No es la única opción que se barajaría en la mesa de gobierno del cuerpo nobiliario; tampoco el único aspirante que se postula a gestionar la plaza de toros.
Fidelidad a unos orígenes
La Real Maestranza de Caballería de Sevilla hunde sus orígenes en la vieja hermandad de caballeros de San Hermenegildo, reorganizados como maestranza ecuestre en el reinado de Carlos II -último monarca de la casa de Austria- para adiestrar a la nobleza en el arte de la jineta y el manejo de las armas.
El cuerpo nobiliario se vinculó estrechamente a la corona española a raíz del establecimiento de la corte de Felipe V en la ciudad de Sevilla. El rey nombró Hermano Mayor al infante Felipe aunque hubo que esperar hasta el reinado de Fernando VII para que el propio monarca se conviertiera en Hermano Mayor de la institución. El privilegio se mantuvo con don Juan de Borbón, conde de Barcelona, que sólo fue relevado por su hijo Juan Carlos I tras su fallecimiento. Desde la abdicación de éste, es Felipe VI el Hermano Mayor de un cuerpo que ha vivido una reciente revolución sosegada de sus históricas ordenanzas al admitir a damas maestrantes en plena igualdad de derechos y obligaciones que los caballeros.
En cualquier caso, la acción y la historia de la Maestranza están estrechamente vinculadas a la fiesta de los toros mucho antes de la construcción de la plaza que se identifica con su nombre. El coso del Baratillo comenzó a ser edificado a mediados del siglo XVIII pero la corporación ya había contado con otros recintos taurinos provisionales levantados en el mismo lugar. La plaza, una de las más trascedentes del universo taurino, es uno de los principales activos de la institución y su museo, el tercero más visitado de la ciudad.
También te puede interesar