"Mi hijo vivió en la plaza el tributo que pagamos los toreros"
Juan Mora
El diestro placentino rememora dos días después las cogidas sufridas en Pamplona y afirma que no descarta reaparecer el próximo sábado en Valencia
Apenas han pasado 48 horas de las cornadas sufridas en Pamplona por Juan Mora, quien permanece ingresado en el Complejo Hospitalario de Navarra. Un toro de Núñez del Cuvillo le evisceró los testículos. Se mantuvo en el ruedo, como si nada. Y posteriormente le propinó una cornada en el muslo derecho, con dos trayectorias, una ascendente de 20 centímetros, que alcanzaba la pelvis, y otra transversal de 15 centímetros, que llegaba hasta el fémur. Dos noches y dos días, alternando calmantes y dolores. El torero, con voz pausada, desgrana con serenidad el dramatismo de aquellos momentos en el ruedo y repite una y otra vez que quiere torear el próximo día 23 de julio en Valencia, abriendo cartel en la corrida en la que reaparecerá José Tomás.
-¿Cómo vive estos momentos tan complicados?
-Estoy bien, dentro de lo que cabe. Las heridas están bien. Los drenajes también supuran. Me acaban de retirar el del escroto y tengo cinco drenajes en la pierna derecha. El doctor Ángel Delgado -cirujano jefe de la enfermería de Pamplona-, que acaba de revisar las heridas, está contento. Dice que tengo buena movilidad en los dedos de los pies. Lo malo es que cuando me metió el pitón en el muslo me contundió el nervio ciático y el dolor que tengo en esa parte es horrible. He intentado levantarme y apenas he podido apoyar la pierna.
-¿Cuáles son las previsiones médicas?
-El martes quizás salga para Madrid, para casa. Volveré con Marisa -su esposa- que está aquí al lado y con mi hijo, Juan Luis.
-Precisamente su hijo vivió la cornada en la misma plaza...
-Sí. Estuvo en la corrida. Yo llevaba 14 años sin venir a Pamplona. Le hablé de mi época dorada, cuando toreé durante 6 años seguidos los Sanfermines. Le conté el ambiente de esta plaza, con el bullicio de las peñas en el sol y el contraste del público de la sombra. Es un chico de 14 años, aficionado. Y aunque es un hombrecito, se quedó impactado. Vivió algo totalmente diferente a mi triunfo del año pasado en Las Ventas. Pero de todo se aprende. Vivió en la plaza el tributo que pagamos los toreros.
-¿Estará recuperado para su próximo compromiso, el 23 de julio en Valencia?
-Ojalá. Me hace mucha ilusión. Es un auténtico acontecimiento, con ese grandioso torero, que es José Tomás, y que ese día reaparece tras su grave cornada en México. Para mí es un honor abrir ese cartel. No lo descarto. Si me responde la pierna, estaré en Valencia.
-¿Cuál es la siguiente corrida?
-Bayona, el 7 de agosto. Si no puedo en Valencia, le aseguro que estaré en Bayona. También abre el cartel José Tomás y el otro compañero es Juan Bautista. Lidiamos una corrida de Jandilla.
-¿Cómo vivió las cornadas?
-En la primera lanceaba muy confiado y el toro tuvo una reacción muy rara al girar el cuello y lanzarme una puñalada al escroto. Me cargué de valor con la mente. Me dije "¡tengo que aguantar!". Me vendaron. Y continué. Al moverme, con el roce, tenía unas molestias tremendas. El toro se me quedaba corto. Tuve un traspiés. Cuando cogí la muleta, no lo veía claro. Pero le eché mucha pasión, pensando en que podría entregarse. No fue así. Y luego vino la cornada en el muslo. Entonces me metió todo el pitón. Lo peor es que me tocó el ciático.
-Daba la sensación de que estaba como ausente.
-Sí. Estaba muy entregado. Yo quería triunfar al coste que fuera en Pamplona. No pude rematarlo. Tenía un dolor tremendo. También porque me había tocado el nervio ciático.
-Ahora, con las mieles de nuevo de las grandes ferias, ha sido un varapalo muy fuerte.
-Sabía que podía ocurrir. Que podía llegar la cornada. Pero merece la pena. Era mi corrida número doce. Estoy muy satisfecho de mi temporada, aunque no me ha embestido ningún toro. Pero de todas las actuaciones he tenido lecturas positivas.
-¿Por ejemplo?
-El conseguir encontrarme a gusto. El verme con torería. Un gesto. Dos estocadas. A mí eso me llena, me alimenta, me nutre. Creo que en el toreo el valor del arte está por encima de buscar un botín económico. Que nadie se piense que estoy aquí para llevarme nada que no me corresponde.
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