Transporte

El coche se enchufa al futuro

Alejandro Martín

Andalucía será protagonista en la implantación del coche eléctrico. Sevilla y Málaga acogen dos proyectos pioneros con el objetivo de desarrollar electrolineras y estudiar su impacto en la red de electricidad. Las compañías eléctricas, los grandes fabricantes y las administraciones públicas están comprometidas en demostrar la viabilidad del vehículo eléctrico. Pero no todo es luz. La escasa autonomía, de apenas 150 kilómetros, y el alto precio de los vehículos suscitan muchas dudas sobre su éxito. El proyecto Movele es la iniciativa más ambiciosa lanzada hasta el momento. Madrid, Barcelona y Sevilla son las tres ciudades elegidas para instalar decenas de puntos de recarga con el fin de probar su funcionamiento a escala real. Además, Endesa desarrolla en Málaga el proyecto smartcity, en el que se pondrán a punto las redes inteligentes, la clave para que el coche eléctrico no rebase la capacidad del sistema energético. Los fabricantes también se mueven. Mitsubishi acaba de poner a la venta en España el iMiEV, primer eléctrico puro producido a gran escala, que también será comercializado por Citroën y Peugeot. Se trata de utilitario con una autonomía de 160 kilómetros y un periodo de recarga de unas siete horas en un enchufe convencional. Renault tiene previsto lanzar este año el Twizzy, que se fabricará en exclusiva en Valladolid. Al Twizzy, un biplaza urbano, le acompañarán dos berlinas más y una furgoneta. A los eléctricos puros hay que agregar los híbridos, una tecnología más madura, que combina un motor tradicional de explosión con un impulsor eléctrico. Toyota es el pionero ya que lanzó el Prius en 1997 tras veinte años de desarrollo. A este modelo se incorporaron posteriormente tres modelos más de Lexus -su división de lujo- y el compacto Auris HSD. A medio camino entre un eléctrico y un híbrido se sitúa el Opel Ampera, que saldrá al mercado español a finales de este año. Se distingue de un híbrido en que las ruedas siempre son propulsadas por un motor eléctrico, pero dispone de un motor de gasolina cuya única función es recargar las baterías. Su autonomía en modo eléctrico es de 60 kilómetros, pero al activarse el motor de gasolina puede circular hasta 500 kilómetros sin repostar.

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